CrĆ³nica Tomado de http://www.las2orillas.co/la-verdadera-pena-paga-simon-trinidad/ Por Natalia Orozco «¿Para que quieres hablar de ella?, en Colombia, un paĆs donde la gente no perdona, dirĆ”n que lo mejor es que estĆ© muerta». Esta fue la respuesta seca y determinada que obtuve de Jaime Palmera, arquitecto y hermano mayor de SimĆ³n Trinidad, cuando lo contactĆ© para preguntarle por Alix, la niƱa de ricitos de oro, que hace unos aƱos muriĆ³ junto a su madre en un enfrentamiento de las FARC con el ejĆ©rcito colombiano. El escenario: las selvas del Putumayo. Jaime, a quien conocĆ durante los juicios que se le adelantaron en EE.UU a su hermano menor, es uno de los hombres mĆ”s decentes que he conocido. Un opositor radical a la opciĆ³n armada de la que dice «nunca fue el buen camino». Pero Jaime es tambiĆ©n un hermano y un hijo fiel a los deseos de su madre: velar porque Ricardo tenga en la prisiĆ³n de mĆ”xima seguridad donde paga su condena, la certeza «que a pesar de sus errores tiene
El Acuerdo Final de paz, fue bien definido Acuerdo de la Esperanza. Pues se demostrĆ³ que si se puede, cuando hay voluntad, en un Estado Social de Derecho, como el nuestro. Que ha pesar de sus falencias frente a la aplicaciĆ³n de la democracia, demuestra que estĆ” entrando en el camino, para una comprensiĆ³n mejor, respetando la diferencia para avanzar en la construcciĆ³n de una paz estable y duradera. MANOS A LA OBRA. VAMOS POR LA PAZ!
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