Análisis
Por María Méndez
Colombia Soberana
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Foto tomada de Internet |
Antes de iniciar, debo disculparme por tomar este párrafo a nombre personal, para aclarar que he compartido diferentes espacios con el Camarada Santrich, con quien tenemos una relación de respeto mutuo y admiración de mi parte. Lo acompañé en su anterior huelga de hambre. Respeto y apoyo su decisión en esta etapa, sin embargo, debo expresar mi preocupación por su vida. De los momentos que compartimos con él recuerdo a un hombre amable, divertido y atento, un ser humano compasivo que abría las puertas de su casa y corazón para todo aquel que trabajara por la paz y por llevar adelante este proceso. Aclarada mi posición sobre el Camarada, seguiré con el tema de este escrito.
Ya varias veces se ha dicho, el Proceso de paz no está en su mejor momento, y esto lo agrava el montaje judicial hecho a Jesús Santrich, a quien le enviamos nuestro más efusivo saludo. Pero más allá de esto, el Acuerdo de La Habana tiene un lamentable cumplimiento entre el 15% y 25%, las cifras difieren según estudios, pero lo cierto es que en este tiempo debió haber avanzado mucho más.
Las FARC han cumplido, del porcentaje anteriormente mencionado, el 90 %, son esfuerzos y voluntad de estos hombres y mujeres que algún día dejaron sus familias, su seguridad, la vida tal y como la conocían para adentrarse al entramado de la selva y luchar por una Colombia incluyente, justa y con oportunidades para todos y todas. Los constantes incumplimientos de parte del gobierno y la proliferación de los grupos paramilitares que actúan con plena libertad, quizás sean los factores externos más importantes que se deben derrotar.
Lastimosamente las FARC no solo enfrentan los problemas externos de este proceso, también tiene que solucionar unos problemas con sectores cercanos o que se creían tenía una visión similar. De todas maneras estas dificultades eran predecibles, desde Colombia Soberana lo habíamos advertido antes de la firma del Acuerdo. (lea El proceso de paz y sus enemigos, El proceso de paz y sus enemigos: Críticas no constructivas, Las extrañas críticas de Horacio Duque al nuevo partido y División de las FARC, una cortina de humo )
No se había firmado el acuerdo cuando desde estos sectores comenzaron a atacarlo. Sus críticas no se basaban en lo escrito en el punto tres, sino en una posición que rayaba en un grito de guerra, una guerra que obviamente nunca han luchado ni lucharán ellos, con unas consecuencias que no sufrirían sus familias. Pero a pesar de esta oposición y la que ejercía la ultra derecha, el acuerdo de paz se firmó y comenzó este duro tránsito a la implementación y a la lucha por más, por la Nueva Colombia.
El camino ha sido difícil, ya es redundante decirlo, pero lo más preocupante es la determinación de los enemigos de la paz y algunos despistados de dividir “desde adentro”. Desde sectores que parecían abiertos a la posibilidad de paz y reconciliación, se abrieron espacios para que las FARC pudieran dar a conocer sus ideas, pero pareciera que todo fue parte de un plan que ha buscado abrir una grieta inexistente, porque, al mismo tiempo que se ofrecía la posibilidad que las FARC tuviera la oportunidad de darse a conocer en portales virtuales “independientes”, comenzaron, junto con los medios masivos, a promover una matriz de opinión para impulsar la división, por ejemplo el intento de Iván Gallo de presentar, antes del Congreso constitutivo de FARC, a Santrich como el “único guerrillero con pantalones”.
Desde Colombia Soberana, y yo personalmente, no creemos en coincidencias y esto nos trae a la memoria las constantes referencias falsas sobre las contradicciones entre el Camarada Manuel y Jacobo o los rumores sobre problemas inexistentes entre los Camaradas Alfonso Cano y Jorge Briceño en procesos pasados. Estos son antecedentes claros del intento de generalizar el rumor de la división de las FARC, pero en este caso intentaron llevar sus mentiras, no solo a la población en general, sino a la militancia partidaria que vería esos portales “independientes” como una alternativa informativa aparte de RCN y Caracol, para efectivamente poder dividir al Nuevo Partido.
Después del Congreso constitutivo, llegaron las críticas lesivas contra la dirección de las FARC, acusando a los dirigentes con ataques groseros e irrespetuosos de un supuesto “complot” contra Santrich. Al sol de hoy uno de los entusiastas escritores no ha respondido ¿cómo si no hace parte de los 111 de la dirección, consiguió esa supuesta información sobre el primer pleno, incluso antes de que este organismo diera los resultados de la reunión a la militancia? ¿Por qué su postura se parece tanto a la matriz de opinión que quieren imponer desde la mass media?
Ahora circulan venenosos escritos de los que en un pasado fueron amigos del pueblo colombiano y hoy, a coro con la ultra derecha, gritan por la guerra. Se dedican a usar, oportunistamente, la guía de Marx y Lenin para apoyar una verborrea guerrerista obviando algo muy sencillo “la historia la hacen las masas”, ellos, tan intelectuales, dedicados a dar clases en universidades, a escribir y convertidos en “guerrilleros” de cafetín, parecen olvidar el papel decisivo del pueblo colombiano en este proceso y ahora, cuando es necesario promover la movilización, hacen justamente lo contrario, siembran la semilla del pesimismo y la división.
Muchos de ellos nada perderán de empezar de nuevo el conflicto armado. Sus familias no quedarán despojadas, sus vidas no correrán peligro, no serán a ellos a quienes les maten los hijos. Qué fácil es azuzar a un pueblo a la guerra, al igual que lo promueve la derecha, cuando no eres tú el que la sufrirá. Es muy cómodo rasgarse las vestiduras por la bomba que cae e miles de kilómetros de tu casa, pero no es tan sencillo cuando son los cuerpos destrozados de tus amigos, hermanos o pareja los que debes recoger con tus propias manos.
Los colombianos tenemos derecho de elegir el camino que queremos transitar y la forma de lucha que deseamos intentar. Si no se pudiera, podremos decirle con la frente en alto al niño mutilado por una mina antipersona: “lo intentamos, hicimos lo que estuvo a nuestro alcance, esta generación dio pasos decisivos para cambiar las cosas y la oligarquía no lo permitió”. Los amantes de la guerra, tanto los de derecha como de “izquierda” ¿podrán decir lo mismo?
La lucha es larga, la fuerza radica en la unidad y la cohesión, no dejemos que los nostálgicos de la guerra nos impidan transitar un camino más humano hacia la paz.
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Este estilo de comenzar diciendo que la guerra no la sufrimos, por eso, supuestamente, quienes no eramos militantes de las FARC, no tenemos autoridad para hablar del tema y criticar los comportamientos, este estilo, solo busca, sacarle el cuerpo al debate; se parte de un gran error y es que nosotros también "sufrimos esta guerra", centenares de compañeros siguen aún desaparecidos, acusados de haber sido simpatizantes o colaboradores de una organización de la que no eran parte, esta guerra, la sufrimos toos, por eso, todos tenemos derecho a opinar.
ResponderEliminarNo se tienen que preguntar porque conocíamos cosas que eran el resorte interno. Sucede que una organización que era más cerrada que un balín, de la noche a la mañana pasó a ser más abierta que un burdel; todo se debatía en las redes, todo se informaba, todo se publicaba.
Algo que siempre admiramos de las FARC, que era su unidad interna, ahora, resulta que ante un mismo hecho, hay diferentes comportamientos, el "Caso Santrich" lo evidencia, mientras que unos están exigiendo su libertad inmediata - Como debe ser- otros están pidiendo respeto al debido proceso, como si esta oligarquía les fuera a perdonar 60 años de levantamiento armado, ni aquí ni en USA, Santrich tendrá la más mínimo paosibilidad de defensa. Lo demás es ilusión.
LAs FARC, como Partido político, va rumbo al despeñadero, pero si ustedes creen que 50 mil votos son una gran cosa, sigan por ese camino, pero si Santrich, se muere, no solo se muere el proceso de paz, se muere ese Partido. Se pueden consolar diciendo que el Partido está por encima de las personas, pero un Partido que no tenga encuenta a las personas y más cuando esas personas son sus militantes, les aseguro, no tiene futuro.
Por último, sería bueno que el blog pusiera un llamad a la libertad inmediata de Santrich
Compañero, con mucho respeto le pido que vuelva a leer el escrito y de una vez lea el contexto. Cuando hablo de los que no sufrieron y no sufrirán la guerra, me refiero a los que en un tiempo decían ser los amigos de los colombianos y ahora están escribiendo en pro de la guerra y no por la movilización en torno a la implementación. Incluso hablo de que viven y/o son extranjeros. Le aseguro que yo sé lo que han sufrido los compañeros que no estuvieron en armas, también el PCC, los familiares, los amigos y hasta los campesinos que no tenían una decisión al respecto. Todo el pueblo colombiano hemos sufrido el dolor para que "los guerrilleros" en cafetines del extranjero vengan a despistar y a llamar a la guerra cuando no serán ellos quien la sufran. La división no es la que usted cree, la división la están haciendo esos "compañeros"
EliminarSegundo, en el partido no hay dos posiciones, hay solidaridad completa con Santrich y se está buscando de todas las maneras posibles su libertad. Confiamos todos en la inocencia y la palabra del Camarada, como lo dije, compartí con él, y sabe muy bien quién soy yo y lo que opino. Si quiere leer más de lo que he escrito, mire entradas atrás y encontrará mucho sobre él y diríjase a "Más de María Méndez" y verá mi escrito sobre el tema.
Hasta que los gringos retiren sus bases militares de mi pais, nunca tendremos paz en Colombia.
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