El SI de la X Conferencia y el NO de los "colombianos de bien"

Crónica

Por María Méndez
Fundación Colombia Soberana
Oficina de Comunicaciones y Derechos Humanos CODH

X Conferencia Nacional Guerrillera. 

  

 Fueron muchas horas de viajé. No era gran problema para mí, mis pies piden caminos nuevos, exigen rutas ya recorridas o por recorrer, mis ojos nuevos paisajes, mi espíritu nuevos alientos.

San Vicente del Caguán

La primera parada San Vicente del Caguán. Caliente, pequeño y hermoso como siempre, su gente me recibe con alegría y al verme sabe exactamente a dónde voy y para qué: al Diamante a la X Conferencia Nacional Guerrillera.

No todo podría ser alegría. Los soldados y policías, fuertemente armados, dan vueltas por las calles del pueblo con cierto halo amenazante “no pueden hacer nada, estamos en épocas de paz” me digo a mi misma intentando tranquilizarme. 

Sin embargo parece curioso que incesantemente paren a jóvenes campesinos, principalmente los que calzan botas de caucho. Al ver que les toman los datos, los empadronan, mi instinto me dice que debo ver qué pasa, pero mi razón me detiene: Sería lamentable tener problemas con el ejército antes de dirigirme al gran evento. A regañadientes me conformo con filmar simplemente.

Por fin partimos hacia El Diamante. Varias horas, hermosos paisajes, alegres charlas con mis compañeros de viaje (habitantes de la región), y caminos largos, serpenteados y polvorosos.

Hicimos un par de paradas necesarias por el cansancio. Así retrasaran el viaje, eran una oportunidad de conocer, hablar, entender la gente de esta región y le añadían un “algo” especial a la aventura.

Camino al Diamante

Por fin la noche, por fin El Diamante. La Camarada Milena Reyes nos recibe y nos acredita como prensa. Se ve agotada, parece que su día fue largo, pero su sincera sonrisa y amabilidad me indica que para ella es un placer cumplir a cabalidad con su tarea y además que este momento le daba nuevas fuerzas, ella sabe muy bien que la paz no tiene reversa. 

El otro día fue emocionante. Reconocí el campamento. El Diamante es una “joya” de las FARC  hace mucho tiempo. Ahora estaba cambiado. Grandes carpas que constituían la oficina de prensa, el restaurante, la zona de camping, las duchas y baños y, por supuesto, la gran tarima. También estaba el lugar de las deliberaciones de los 207 delegados a la Conferencia, entre ellos varios presos políticos, y por supuesto, la tienda y “Brisas del Diamante” dos de las edificaciones más antiguas de esta región. 

Indiscutiblemente las FARC habían hecho un esfuerzo inmenso para levantar, en tiempo límite, estas estructuras. Ellos no esperaban que los diálogos entre la Delegación de Paz de esta guerrilla y el gobierno dieran resultados tan rápidos. De un momento a otro tenían el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera firmado, esto fue el 24 de agosto, así que apresuraron los preparativos para la Conferencia. 

Apertura 17 de Septiembre

Al otro día la apertura de la X Conferencia (ver comunicado). Fue realmente emocionante ver a los guerrilleros cantar su Himno. Lo entonan todas las mañanas, pero ese 17 de septiembre tenía algo especial. Lágrimas de emoción en los ojos de los guerrilleros me indicaban que el sentimiento de alegría y sus deseos de paz marcaban un nuevo comienzo, ese Himno tenía un nuevo significado.

Las cosas no se detienen. Si algo me ha asombrado mucho de las FARC es su capacidad de compromiso y organización. Con esa emoción tan fuerte en sus corazones, cumplían con sus tareas con orden y capacidad inmensa. Unos en Prensa, los otros en la tarima, los otros en la rancha y así todos cumplen como hormiguitas con un trabajo arduo y organizado, la labor de hacer que todo salga a la perfección.

Esta perfección asombró a los periodistas de los grandes medios masivos tanto nacionales e internacionales, como también a algunos medios alternativos. Comentarios un tanto desagradables como “Me imaginé casuchas de guadua y plástico” “Miren la plata del narcotráfico dónde fue a parar” (sin saber que la financiación fue del Estado) “Asombroso que estos salvajes puedan levantar estas estructuras, les tuvieron que ayudar”. Comentarios llenos de veneno, pero que hacían ver que esta gente se estaba quitando la venda de los ojos.

Guerrilleros en la Rancha 

Los días pasaron entre ruedas de prensa, reportes de lo que ocurría en la Conferencia, los actos políticos culturales de todas las noches, a los cuales asistían guerrilleros, civiles y medios. En ese espacio poco se podía distinguir quién era quién, lo que si se podía sentir era la alegría y la convivencia pacífica que asistían al sueño de un país mejor.

De estos días hay que seguir haciendo énfasis en la organización y disciplina guerrillera. No vi ningún guerrillero borracho o haciendo actos bochornosos. Siempre dispuestos a ayudar, estaban pendiente de brindar la mano así se estuvieran divirtiendo en los conciertos u ocupados en sus actividades diarias.

Desafortunadamente esto contrasta con un par de sucesos que presencie. Periodistas haciendo preguntas llenas de cizaña y malas intenciones. Lamentable que Salud Hernández ante la amable invitación de los guerrilleros del campamento a que comiera en la rancha contestara “yo no como rastrojo”. 

Ese día me abstuve de contestar para no entrar en enfrentamientos y no perjudicar los guerrilleros. Ahora que no estamos allá le pregunto, señora Salud, usted no come rastrojo pero ¿Come con los “Rastrojos”? si no le gustaba estar allá ¿Para qué fue?

Camarada Jeison Murillos uno de
los delegados por los Presos Políticos 

Estos sucesos nos muestran que nos espera largos años para que nos podamos reconciliar, pero también que la lucha ideológica continuará. La Paz y la Nueva Colombia se construyen no entre amigos, sino entre personas que vemos al país de diferentes maneras y tendremos que aprender a convivir con los otros y a dar la lucha de maneras amables, fraternas y no violentas.

Se llegó el 23. La clausura de la X Conferencia (ver palabras de clausura, Comunicado y Declaración política X Conferencia Nacional Guerrillera Manuel Marulanda Vélez ). Las FARC de manera unánime le dijo Sí a la paz.

El júbilo de ese día es inolvidable. Antes había hablado con algunos guerrilleros que me decían que para ellos no había problema con dejar sus armas, las compañeras de su larga vida guerrillera, las defensoras de su seguridad, quienes los acompañan a todas sus actividades. 

Para ellos el verdadero problema era seguir viendo el pueblo colombiano sufriendo por la desigualdad y el abandono, tener que enfrentarse a los soldados quienes son también hijos pobres de su patria, tener que recoger los restos de sus compañeros luego de los bombardeos, verse mutilados, heridos.

Imágnes de los Conciertos

Decidí esperar la firma de la paz en este campamento. Los conciertos continuaban a pesar que el Comandante Timoleón Jiménez junto con una delegación se fue a Cartagena. Fueron días hermosos, la paz se podía tocar en el aire, la alegría recorría cada centímetro del campamento, la esperanza llenaba cada espacio de los corazones.

El 28 salí de allá. Me iba a quedar un poco más, pero mis responsabilidades como promotora de la campaña por el SÍ en Cundinamarca y mi deseo de votar por esa paz me llevaron de vuelta a Bogotá en un viaje un poco accidentado en el cual fui requisada con alguna muestra de violencia dos veces.

Se llegó el 2 de Octubre y la gente de la ciudad que no ha vivido la guerra, se dejó llevar por el engaño y voto NO. Recordando esta historia, pienso en lo paradójico que es que los hombres en armas, los que supuestamente son unos desquiciados, asesinos, violadores y el mal supremo del país, dieran la oportunidad a la paz que desea los sectores más deprimidos, y que los “colombianos de bien” que nunca han tomado un arma en sus manos, que no saben qué es estar lisiado, que no conocen un bombardeo, hayan votado NO.

Comandante Timoleón Jiménez
Clausura de la X Conferencia 

Que esos hombres y mujeres de los que se dicen tantas mentiras, que efectivamente optaron por la lucha armada, hayan estado a la altura de los sentimientos y el clamor de las víctimas, y que las personas que viven en las comodidades, y en algunos casos en la miseria de las ciudades, hayan despreciado y escupido con su voto la cara de las más de 8 millones de víctimas de nuestro país, tiene que llamarnos a recapacitar sobre nuestra responsabilidad en la guerra.

¿De verdad no somos "actores" de la guerra? a veces una palabra mal dicha duele más que una puñalada, el desprecio mata más que una ráfaga de fusil, la "neutralidad" acaba con más vidas que las minas antipersona, no querer ver la realidad hace más estragos que un bombardeo y un mal voto tiene más víctimas que una guerra. 


La paz no se detiene. Las FARC se mantienen firmes en su compromiso con Colombia. La gente se mueve, se une, lucha y se manifiesta por el derecho a la paz que no nos pueden arrebatar. Nuestros sueños siguen cabalgando a paso firme hacia la construcción de una Colombia  con justicia y reconciliación.