Análisis Tomado de Rebelión Por Alberto Pinzón Sánchez Causa gracia, por no decir hilaridad o risa, que desde la llamada izquierda, antiguos defensores acérrimos de la Constitución del 91, ahora con la crisis de la alcaldía de Bogotá o “el asunto Petro”, acepten así sea a regañadientes que, este cuadernillo político con el que se metió de lleno a Colombia en el neo-liberalismo genocida, se ha descuadernado definitivamente y constituye un “bumerang contra la democracia”. La constitución del 91 pactada entre el convicto y confeso neo-liberal Cesar Gaviria, el desarrollista Gómez Hurtado (calificado por alguien de izquierda como, “en aquel entonces la cabeza del sector progresista de las clases dominantes”) y la coalición de guerrilleros derrotados y desmovilizados del M19 y del EPL aliado a Carlos Castaño; redactaron ese bodrio para la gobernanza, cuyo mayor logro, no ha sido el imperio de los derechos humanos allí consignados, sino el despojo neoliberal de 6 millones
La voz de los oprimidos