Analisis Tomado de PCC Por Yezid Arteta D - Semana Es la bonanza que nos llega. Con estas palabras describió un pastor evangélico a la Unión Patriótica cuando la bola llegó hasta las cumbres de la cordillera occidental caucana. Eso sucedió en un remoto caserío del municipio del Patía, a mediados de los ochenta, cuando los frentes de las FARC seguían a rajatablas la tregua ordenada por Manuel Marulanda Vélez desde su cuartel general. Las FARC se tomaron en serio el proceso de paz iniciado por el presidente Belisario Betancur en su primer año de mandato. La Unión Patriótica era una puerta para quienes habíamos optado por la lucha guerrillera y creíamos de buena fe que había llegado el momento de dejar los fierros y confiar en la legalidad. En cambio, para una franja importante de colombianas y colombianos, la Unión Patriótica era una respuesta esperanzadora y competente para romper la hegemonía de los dos grandes partidos que se quedaron con todo el pastel y no le dejaron ni un
La voz de los oprimidos