Análisis Tomado de ANNCOL Por Alberto Pinzón Sánchez Hablé solo una vez con García Márquez. Fue a mediados de 1970, cuando fui invitado como estudiante de Antropología de la U Nacional de Bogotá, a una reunión en el Círculo de Periodistas de la calle 26, para hablar sobre el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) que había sido expulsado por los indígenas Guahibos en Planas, Vichada, porque según una noticia aparecida en febrero de ese año en el diario El Espectador, esa agencia Imperial había colaborado en la ofensiva militar-terrateniente que se desarrollaba en esa zona, y que pronto se convirtió en un etnocidio. Acababa de ser elegido fraudulentamente el 19 de abril Misael Pastrana Borrero, lo que daría origen al grupo guerrillero M19, y se vivía un ambiente de agitación y movilización social crecientes, especialmente de indígenas, campesinos y estudiantes. La comunidad indígena Guahibo de los Llanos orientales, con el antecedente de la masacre de la Rubier
La voz de los oprimidos