Comunicado Por Delegación de Paz de las FARC-EP Huelga tras huelga los guerrilleros y guerrilleras de Colombia, reclusos y reclusas, sean políticos o de conciencia, incluso gente humilde encarcelada por delitos de pobreza, elevan su voz para gritar al mundo de manera justa y apremiante, sobre su grave situación de existencia en los centros penitenciarios del país. Sus condiciones de sobre vivencia son absolutamente inhumanas. El solo hecho del hacinamiento extremo en que permanece la mayoría de la población carcelaria, sin que se observe ninguna medida o intento de solución, es un claro indicador de la violación sistemática, continuada, que el Estado hace a los derechos humanos de estas víctimas de su malintencionada desidia que se expresa también en la desatención en materia de salud y de todo tipo de necesidades, que incluyen hasta el suministro de agua o de alimentos suficientes. Varios enfermos han muerto por la negligencia dolosa de las autoridades penitenciarias.
La voz de los oprimidos