Análisis Por Luz Marina López Esponosa Para la Alianza de Medios y Periodistas por la Paz "La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad" Nietzsche El torturado contempló su situación con una tristeza infinita. Con los brazos atados atrás y una venda negra cubriéndole el rostro, oía lo único que le había sido dado oír fuera de la eterna admonición “hable o le arranco la otra uña”. Escuchaba lo que la radio decía, o sea que el señor Procurador había dicho que eran mentiras, que no se había torturado a nadie, habiéndose obtenido inclusive la certeza de no haberse cometido tan horrendo crimen de lesa humanidad en lo ocurrido del milenio. “Ay señor Procurador cómo va usted a decir eso ?“ fue lo único que atinó a decir el pobre torturado. Cómo dice semejante barbaridad? Si hasta me ha quitado la esperanza de salvar la última uña que me queda”. El torturado quedó sumido en un profundo desengaño. Con gran melancolía cav
La voz de los oprimidos