Análisis Tomado de ANNCOL Por: María Elvira Bonilla, El Espectador. Foto FARC-EP La carta que Timochenko le envió al presidente Santos en noviembre de 2011, quince días después de la muerte de Alfonso Cano, adquiere un nuevo significado a la luz del proceso de paz en curso en La Habana y revelaría una inédita voluntad de buscarle una salida política al conflicto. De no haber sido así, el ataque mortal a Cano, comandante de las Farc, quien junto con Pablo Catatumbo lideraba las aproximaciones iniciales a la negociación, hubiera hecho abortar el proceso en discusión. Timochenko no llamó a la retaliación violenta. Prefirió arropar sus palabras con una retórica humanista y recordó el sentido político de la lucha guerrillera. Para el gobierno, el mensaje del nuevo comandante de las Farc corroboraba la voluntad de dialogar. Esto le dijo Timochenko al presidente: “Todos tenemos que morirnos, Santos, todos. De eso no va a escaparse nadie. Unos de un modo y otros de otro. Unos
La voz de los oprimidos