Reportaje Por Semana Foto: Oscar Jaimes Ríos/Gobernación La pena de muerte contra Sixto Manuel Peralta estaba anunciada. Comenzó a circular de boca en boca en los alrededores del corregimiento de Piamonte, en el municipio de Cáceres (Antioquia), y se hizo realidad en junio cuando un hombre lo degolló a machete, en plena vía pública, frente a varios miembros de la comunidad. El cuerpo quedó tendido, durante varias horas, como un aviso para quienes se atrevan a quedarse con la plata de una vacuna, dice un funcionario de esa población. Al cuerpo de este joven no se le practicó levantamiento, necropsia, ni fue velado. Ni siquiera hay una denuncia por su muerte en la Fiscalía. Su cadáver, tal como lo confirmó SEMANA con cuatro fuentes distintas, fue recogido en el camino entre Piamonte y la vereda La Granja, y luego acomodado en un cajón de madera que donó la Alcaldía. Fue enterrado en medio de la más completa prudencia. Todo, porque además de la ley del terror, tienen la
La voz de los oprimidos