Análisis Por ELN Con sobrada razón se escuchan en Colombia y el exterior, muy variadas preocupaciones por lo que puede ser un final fallido del actual proceso de paz, que el gobierno de Santos adelanta con la insurgencia. Las incertidumbres crecen en los últimos días, cuando de forma unilateral el régimen suspende el proceso de diálogo de la Habana. La grave contradicción gubernamental consiste en definir que se dialoga en medio del conflicto y levantarse de la mesa con las FARC, cuando ésta realiza operaciones militares; es un asunto grave, porque rompe las reglas del juego, genera desconfianzas, volviendo más frágil el proceso de paz. La insurgencia ¿no podría pararse mañana de la mesa, invocando las mismas razones del gobierno? La suspensión saca a flote la idea de paz del régimen, que concibe la paz como un ejercicio mediático, un simple escenario de distracción, en el cual se repite de forma falaz que “la paz está cerca”, porque “el desarme de las guerrillas es
La voz de los oprimidos