Análisis Por Timoleón Jiménez El tema de víctimas que será discutido próximamente en la Mesa de Conversaciones de La Habana ha generado una andanada enorme contra las FARC-EP en la gran prensa. Incluso quienes se esfuerzan por parecer neutrales, tras advertir que la responsabilidad de los agentes estatales comprometidos judicialmente en conductas ilícitas también debe ser señalada, terminan haciendo parte del coro general según el cual los peores delincuentes somos nosotros. Entre sus principales valoraciones figura sin duda que la responsabilidad de los agentes del Estado tenderá siempre a ser individualizada, ovejas negras o chivos expiatorios, por los que el propio Estado a lo sumo será obligado a responder patrimonialmente y quizás constreñido a pedir perdón en cuanto omisiones o errores, sin que ello implique ninguna otra consecuencia jurídica o política. Una plata y una placa para la memoria bastarán para que nada cambie en Colombia. Del lado del poder,
La voz de los oprimidos