Noticia Tomado de Colombia2020 - El Espectador Por Yorley Ruiz La administración departamental adelanta acciones para caracterizar y fortalecer comunidades avaladas por el Ministerio del Interior, como la comunidad muisca de Sesquilé, e impulsar a las que no cuentan con respaldo jurídico, como la pijao de Soacha La lucha por el territorio ha sido la mayor batalla que han librado las comunidades indígenas del departamento de Cundinamarca. Aunque por años lo hicieron solas, hoy cuentan con un organismo oficial que las está caracterizando y respaldando. Un ejemplo es la comunidad muisca del municipio de Sesquilé, ubicada en la tierra sagrada del Cerro de las Tres Viejas, integrada por 133 personas que hoy, de la mano de la Gobernación, buscan ser reconocidas como resguardo. Según narra su gobernador, Rafael Ernesto Mamanché, su pueblo estaba asentado en ese territorio desde antes de la Conquista, pero debido al proceso de colonización, así como a megaproyectos, much
La voz de los oprimidos