La crisis humanitaria que vive Colombia no tiene parangón. La responsabilidad estatal trata de ser diluída de diferentes maneras. Por un lado, cambiándole el nombre a los neo-narco-paramilitares ya que según la óptica estatal « con nombre nuevo, « nuevacara », nuevos responsables » y hoy los llaman BACRIM, « Rastrojos », « Águilas Negras » o « Uribeños », los cuales de la mano de las fuerzas militares adelanta el masacramiento de civiles de los pueblos en los cuales operan las insurgencias armadas, cuando no son éstas últimas directamente los que realizan los asesinatos. Por el otro, reconociendo los problemas de violaciones de los derechos de los colombianos (a diferencia del gobierno del narco-paramilitar ex presidente Uribhitler que no reconocía absolutamente nada), pero –como siempre- no adelantando soluciones de fondo. A pesar de reconocer los daños causados, el régimen continúa aplicando el Terrorismo de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional y son diarios los muer
La voz de los oprimidos