Análisis Tomado de Cambio Total Por Cecilia Orozco Tascón - El Espectador A Iván Cepeda, quien tiene fuero de congresista como corresponde, y quien, además, está cubierto con medidas cautelares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos con orden para el Estado colombiano de cuidarlo a él y a su familia, le están montando un atentado menos obvio que el que termina con la muerte física: la liquidación por la vía judicial, hoy en manos de no muy buenos conductores. En el ejercicio parlamentario y en su papel paralelo de defensor de derechos humanos, también legal, aunque la ultraderecha lo deslegitime, Cepeda ha visitado a paramilitares en prisión, quienes por su condena que no tienen nada que ganar o perder, salvo la vida, para escuchar historias de las que, según ellos, habrían sido partícipes y testigos. Que sean verdaderas o no, no es asunto que pueda resolver Cepeda o alguien en los medios o en la calle. Por eso, ante denuncias que involucran gravemente al expre