Entrevista. (Rebelión, tomada del Espectador). Entrevista a Mauricio Jaramillo, comandante que dirigido el equipo negociador de las FARC
Antes de entregar su cargo como jefe del equipo negociador de las Farc en Cuba, ‘Mauricio Jaramillo’ propone un cese de hostilidades.
Su nombre de pila es Jaime Alberto Parra Rodríguez, tiene 58 años y durante
más de ocho meses fue el jefe del equipo negociador de las Farc en La Habana. El
Gobierno Nacional lo sacó de la selva, donde estaba oficiando como comandante
del Bloque Oriental, cargo al que llegó después de la muerte del Mono Jojoy en
la Operación Sodoma, hoy hace dos años. Sobrevivió a ese bombardeo y heredó el
ala militar.
Alias El Médico hará en pocos días el empalme formal con Iván Márquez,
segundo al mando de las Farc, para entregarle la dirección del equipo que
adelantará la discusión de la agenda en Cuba. Irá a Oslo a la instalación de la
mesa, pero no estará en ella porque, según le dijo en esta entrevista a El
Espectador, la organización le puso “otras tareas”.
¿Cuál es su propuesta en el primer punto, el tema agrario?El
Gobierno tiene una ley de tierras. Ellos creen que ahí está contenida nuestra
reforma agraria. Nosotros creemos que el asunto va más allá. Se necesitan cinco
reformas agrarias para solucionar el problema. Colombia ha cambiado. La economía
está planteada desde el punto de vista de los TLC, desde un punto de vista
neoliberal. Todas esas tierras de las que desplazaron a un poco de gente están
ocupadas por gente de mucho dinero, narcos que tratan de lavar, que sembraron
palma africana y están trabajando para hacer extracción de minerales. Ahora se
ve un gran problema ecológico que no será fácil superar. Esos territorios de
palma africana se vuelven desiertos, la palma africana acaba con la capa
vegetal. Ese es el panorama de la mitad del país; la otra mitad está
comprometida con la extracción. Sólo un porcentaje pequeño es de gente que tiene
su tierrita.
¿Cuál es la solución?Mientras haya esos TLC es muy difícil, porque
nunca habrá soberanía alimentaria, eso está proscrito en la economía neoliberal.
¿Qué siembra la gente en una economía de narcotráfico, una economía de
superexplotación?
Pero tenemos 11 TLC y acuerdos firmados y faltan más. Es muy difícil
reversarlos.¿Entonces qué hará el país? Tocará buscar una solución. No
sé si Juan Manuel Santos alcance a hacerlo, pero toca echar reversa.
¿Por qué Santos no podría?Puede que no salga reelegido. Por eso
esta conversación tiene que cubrirla el Estado, para tener la seguridad de que
vamos para donde vamos.
¿Cómo asegurar la continuidad del proceso?Pues se tiene que llevar
al parlamento y a la justicia para que estén de acuerdo.
¿Y si no, toca jalarle a la reelección de Santos?Eso depende de
él. Si adelanta políticas para la solución de los problemas, es posible que la
gente lo acompañe. La gente ve la realidad y los hechos.
El Estado dice que el Bloque Oriental, que usted dirige, ha hecho su
propia contrarreforma agraria y son dueños de tierras, ganado y cultivos, ¿es
cierto?A nosotros nos han cogido unas informaciones y sí era cierto,
teníamos unas tierras, pero tuvimos que venderlas. Eran poquitas y las teníamos
hace rato, desde que yo me acuerdo. Eran unas tierras que las compraban a cinco
pesos, ese era el valor real. Tuvimos que vender esos terrenos y ahora los está
comprando el Estado para venderlos a las multinacionales. Son tierras en el
páramo de Sumapaz que las están vendiendo porque harán una gran inundación para
generar energía para Bogotá, y las están adquiriendo a través de la Empresa de
Acueducto y la CAR.
¿Desde cuándo las tenían?Desde la época de Jacobo Arenas y Manuel
Marulanda.
¿Eran de quién?De la organización. Las personas que vivían ahí
fueron atacadas muchas veces por el ejército. Eran civiles que ganaban por
cuidar las tierras, no eran testaferros ni miembros de las Farc. Muchas veces el
ejército nos invadió esas tierras, nos amenazaron, así que las vendimos y en ese
momento nos dimos cuenta de la compra por organismos estatales para una gran
represa.
También se sabe que son dueños en Meta y Caquetá de tierras y ganado que
han expropiado o robado.Sí tenemos ganado, pero es para el consumo
nuestro. Somos grandes consumidores de carne, no lo tenemos para hacer negocios,
es para consumo de la tropa.
Pero expropiaron y robaron.De eso se habló mucho, pero hay gente
de esas áreas que pueden dar fe de que nosotros nunca hicimos eso. Era una
directriz de Marulanda que debíamos pagar las tierras. Somos dueños de pedacitos
de tierra y de poco ganado, unas reses que se consumen y se reemplazan, entre
otras cosas porque el ganado no es negocio. Desde que hubo problemas con
Venezuela el precio se bajó, luego dejó de comprar Rusia y el precio se fue al
piso. No sería negocio para nosotros.
¿Cómo ven la ley de Restitución de Tierras para reparar a las víctimas del
conflicto?No estamos de acuerdo, porque es una forma de expropiar, de
quitarles territorio a los campesinos. Se los entregan para que siembren palma y
eso no es lucrativo para los campesinos, porque se meten como socios, invierten
su propia tierra, una tierra que va a convertirse en estéril.
Entonces, ¿cuál es la reforma agraria que proponen
ustedes?Garantizar la tenencia de la tierra y el territorio. Hay que
devolverles el territorio a los indígenas y a sus dueños primitivos, los
campesinos. El Gobierno debe subsidiar para que la economía florezca, que el
campesino pueda sembrar. Es una forma distinta de asistencia a la tierra para
que el campesino vuelva a las tierras.
¿Ustedes consideran la expropiación de tierras como se hizo en
Venezuela?El latifundio tiene que acabarse. El Estado debe inventarse
formas para hacerlo. Sé que en Francia no es apetecible para la gente tener
grandes extensiones de tierras, por los impuestos que hay que pagar. En algún
momento el Gobierno tiene que expropiar, pero no sé si esa sea la figura.
¿Por qué la insistencia en un militar en ejercicio en la
mesa?Porque podemos abordar temas reales como la concepción del Estado
en torno a lo militar. Hay que cambiar el Ejército, cambiar los instructores y
cambiar la doctrina, que es nefasta. Es implantar un concepto como el que
planteaba Simón Bolívar, para defender la patria, la soberanía, no para atacar a
la gente. Por qué tener un Ejército tan grande.
Pues para combatirlos a ustedes.No hay necesidad de que nos peguen
con tanta gente. Si fuéramos 100 mil lo entendería, pero no tenemos 50 mil.
¿Reducir el Ejército?Para qué un ejército que consume gran
porcentaje del PIB, que debería ir a escuelas, a la salud.
Eso tendría que suceder en una Colombia sin conflicto, sin que ustedes
existan como ejército alzado en armas.Debe haber un compromiso real de
que harán los cambios, que no sea un ejército matón, que no existan falsos
positivos, que no consiga mentiras para imputar a otro, sin relaciones con
delincuentes. La gente no tiene confianza en el Ejército. Nosotros creemos que
en el Ejército hay gente patriota, que tiene cojones, es combativa, hay
posibilidades porque hay gente distinta.
¿Hablan de cese el fuego ahora porque se sienten acorralados por las
Fuerzas Militares?No, nosotros tenemos táctica para cualquier tiempo.
Hacemos guerra de guerrillas y no necesitamos mucha gente, nos movemos fácil,
tenemos menos costos, lo hacemos con menos gente. No podemos decir que estamos
felices con las bajas, pero en desarrollo de la guerra de guerrillas, es cómodo
lo que hacemos ahora.
¿Qué proponen ahora para concretar un cese al fuego?Pues en todos
los intentos, nunca se avanzó más allá del primer punto. Nosotros decimos que es
necesario y vamos a estar peleando porque lo haya. Por ahora el primer punto es
el de tierras.
¿Y cómo se lo imagina?Que se callen los fusiles. Las formas y
mecanismos de verificación no se han discutido, pero se tiene que buscar una
fórmula.
¿Hacer acuerdos humanitarios previos como no usar pipetas o minas
antipersona? Yo pienso que una idea podría ser así: nosotros no tumbamos
torres y el Estado no bombardea. Un punto de lado y lado. Todo se hablaría en su
momento. O por ejemplo, si paramos los cilindros, ¿qué hacen ustedes?
¿Cómo involucrar a la gente en el proceso?En la mesa tenemos
mecanismos para recoger propuestas de la gente, proporcionar oficinas en Bogotá,
Caracas y La Habana, garantizar que la mesa financie formas para que la gente se
pueda reunir y presentar propuestas.
Ustedes dicen que están dispuestos a transformarse en movimiento político.
¿Cuál es su concepción de Estado y de país?Estamos hablando de que debe
haber una democracia donde participe todo el mundo. Que todos tengan el
mecanismo para hablar, discutir, que no haya arrodillados por la represión del
Estado, por falsos positivos, por asesinatos selectivos.
¿Y eso cómo se llama, marxismo leninismo, socialismo siglo XXI?No
sé cómo lo llamará la gente; yo le hablo de democracia activa, es paz
democrática, donde todo el mundo pueda participar, sin hambre, con salud y
educación.
¿Cómo ganar apoyo popular si tienen opinión desfavorable?Hay que
disputarlo en la arena política. Nosotros defendemos la idea de hacer esos
cambios. Si el Gobierno quiere, vamos juntos.
Los organismos de inteligencia dicen que ustedes están movilizando el PC3,
el Movimiento Bolivariano y otras organizaciones en
universidades.Existen. Los movilizamos y están fuertes. El Partido
Comunista Clandestino es el partido en el que actuamos y militamos, es nuestra
organización base. Ahí están los miembros de las Farc y de las milicias y otra
gente que está con nosotros. Tiene normas y estatutos que cumplimos. El
Movimiento Bolivariano es un movimiento de masas muy importante, en el que hay
gente de toda clase, liberales, conservadores y de otros movimientos que están
de acuerdo con nuestra plataforma.
¿Cuántos militantes tienen?No lo puedo decir. Es un secreto.
Sabemos cuántos tenemos, pero el trabajo es clandestino.
¿Qué papel juegan ahora?Ellos están haciendo política
clandestinamente.
¿Y con la desmovilización?Pues ya no lo harían de manera secreta,
sino abierta, activa.
¿Tendrían votos, por ejemplo, para una curul en el Congreso?No
pensamos en eso. Con el tiempo podríamos hablar de eso.
¿Por qué esta vez insisten tanto en que no se pararán de la
mesa?Porque hemos tenido muchas frustraciones. Hemos hecho todos los
esfuerzos y nunca se ha pasado del primer punto. Ustedes tienen la memoria
histórica y saben que nunca rompimos un proceso. Siempre fue el gobierno con
alguna disculpa. Nosotros cogimos un político y por eso rompieron y a nosotros
nos han matado gente en cantidades y no nos paramos.
¿En una posible comisión de la verdad ustedes están dispuestos a
esclarecer el tema de los secuestrados que no aparecen?Hay que
discutirlo en la mesa. Ese tema hay que enfrentarlo, como dijo alguien por ahí,
con realismo. Todo tiene que ser aclarado. Le repito que ese problema tiene que
ver con paramilitarismo, delincuencia común, organismos del Estado. Nos estaban
imputando 2.700 secuestrados. Alfonso Cano preguntó a todos los frentes cuántos
retenidos había y dio la orden de soltarlos. Entonces, ¿dónde están los
2.700?
¿Hicieron un censo?Frente por frente, unidad por unidad. Dio
cuatro personas en todo el país. Cano lo había anticipado: alcanzan los dedos de
una mano.
¿Puede dar la certeza de que esas personas fueron
liberadas?Sí.
Pero en el caso de policías y militares se ha sabido que murieron en
cautiverio y que ustedes no han entregado los cuerpos, nunca han dicho
nada.Nos han imputado muertos que no existen. Hemos dado listas
completas apenas los capturamos. Ustedes tienen esas listas, fueron públicas. Lo
que sabemos fue que en algunos casos no recogieron sus muertos. Le doy un
ejemplo: en El Billar hubo tres casos de cuerpos que se los comieron los
gallinazos porque el ejército nunca fue a recoger a sus compañeros y nos los van
a achacar a nosotros.
¿Puede asegurar que todos los que tuvieron los devolvieron o si murieron
dieron la información en el momento?Es una situación compleja y dura,
pero lo hemos dicho. Marulanda nos ordenaba que nadie podía estar desaparecido y
peleaba por eso, porque la gente no puede enterrar a sus muertos. Pudo haber
situaciones en las que no sé cumplió porque alguien se desertó, pero no es la
directriz.
Las frases de alias ‘El Médico’
"No sé si Juan Manuel Santos alcance a hacerlo, pero toca echar reversa a los
TLC”.
"Todo se tiene que llevar al parlamento y a la justicia para que estén de
acuerdo”.
"Sí era cierto, teníamos unas tierras, pero tuvimos que venderlas”.
"Sí tenemos ganado, pero es para el consumo nuestro”.
Hay que devolverles el territorio a los indígenas y a sus dueños primitivos,
los campesinos”.
Hay que cambiar el Ejército, cambiar los instructores y cambiar la doctrina,
que es nefasta”.
"No podemos decir que estamos felices con las bajas, pero en desarrollo de la
guerra de guerrillas, es cómodo lo que hacemos ahora”.
"Nosotros creemos que en el Ejército hay gente patriota, que tiene cojones,
es combativa”.
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