Comunicado
tomado de Prensa Rural
Por ACVC
En la Zona de Reserva Campesina del río Cimitarra las comunidades campesinas han constatado la presencia de personas ajenas a la región que desarrollan actividades de minería a gran escala, operando retroexcavadoras en las riberas y rondas de los ríos Ité, Tamar, Cimitarra y quebrada Santo Domingo, que son las fuentes hídricas más importantes de la región, y realizando explotación minera en el área de la vereda La Poza, donde se contamina directamente la fuente de agua de esta comunidad.
Estas actividades atentan abiertamente contra el ecosistema de la región, y contaminan las aguas de las que se abastecen las comunidades de toda la zona de reserva tanto para sus actividades agropecuarias como para su consumo, poniendo en riesgo la salud, el bienestar y la seguridad alimentaria de las mismas. Estas acciones indiscriminadas violentan los acuerdos comunitarios definidos frente a la explotación minera en la región. Las asambleas de pobladores en las veredas de la ZRC han definido la no realización de actividades de minería en la zona protegida conocida como Línea Amarilla y Bosque de Paz, y mucho menos en las zonas de impacto que afecten las fuentes hídricas de la región.
El campesinado, en sus espacios deliberativos y de decisión que son sus coordinadoras ambientales y mesas comunales, ha determinado que en las veredas de jurisdicción de los municipios de Cantagallo y Yondó los suelos no son aptos para este tipo de actividades, que se debe privilegiar la implementación de dinámicas de economía campesina que garanticen el sustento de las comunidades y la producción alimentaria. Además, el campesinado reunido en la vereda de Campo Bijao, jurisdicción del municipio de Remedios, concluyó que no puede realizarse ninguna actividad de dragado en el río Ité, y hasta no realizarse estudios de impacto ambiental quedan suspendidas las actividades de minería con dragas y retros.
Existe también, como eje clave para la conservación y la no intervención en el territorio, una amplia elaboración de normas, producto de acuerdos humanitarios y lineamientos trazados por las caracterizaciones biológicas realizadas en la serranía de San Lucas, que establecieron el marco de protección a los Bosques de Paz, proceso asumido y construido desde las mismas comunidades.
Además, nos preocupa que el incremento de estas actividades viene acrecentando y estimulando la irregular compra de tierras sobre la ronda de los ríos, donde los nuevos propietarios se apoderan de playones y humedales para realizar allí actividades que destruyen estos reservorios ecológicos, amenazando el equilibrio ambiental de la zona.
Exhortamos a las autoridades locales y ambientales de carácter nacional a tomar medidas expeditas y urgentes en dirección de la protección del medio ambiente, la salud de las comunidades y la conservación del bioma que gracias a los acuerdos comunitarios se ha preservado durante años en la región.
Es fundamental avanzar en la definición de la figura de protección, tema que se ha venido construyendo con las comunidades de la serranía de San Lucas y la autoridad ambiental, urge definir los mecanismos que garanticen la protección de la Línea Amarilla y el polígono de Bosques de Paz y así establecer mecanismos que eviten la sobreexplotación del suelo en actividades mineras de gran calado que asedian y agreden la biodiversidad y la tranquilidad de los habitantes de la región.
Coordinadora Ambiental de la Zona de Reserva Campesina del Valle del río Cimitarra
Mesa Comunal por la Vida Digna de la Región
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