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Tomado de Prensa Rural
Luis Yair Úsuga, integrante de una estructura paramilitar, convocó a los habitantes de La Unión a reunirse el día de hoy.
Los pobladores de San José de Apartadó han denunciado una serie de agresiones violentas que se vienen presentando desde finales del años pasado. El 29 de diciembre la Fiscalía recogió testimonios para vincular a “Germán Graciano Posso, representante Legal de nuestra Comunidad, con alias “Tiro”, un guerrillero de las FARC no desmovilizado y quien hoy hace parte de la disidencia del las FARC. Tal información, completamente falsa, fue inventada por el Coronel Germán Rojas Diaz, cuando era comandante de la Brigada XVII”, informó la Comunidad mediante un comunicado.
Según la organización los paramilitares usaron esa falsa información y continuaron la persecución contra Graciano para asesinarlo, “lo cual a su vez reconfirma la estrecha coordinación entre militares, paramilitares y miembros de la Fiscalía”.
Aunque esto sucedió en el mes de diciembre, en la semana del 15 de febrero un paramilitar le comentó a un miembro de la Comunidad “que la Fiscalía y los paramilitares continúan alimentando el mismo falso relato, tratando de construir acciones judiciales contra Germán y nuestra Comunidad de Paz”, se expone en el documento.
En esa misma semana en el corregimiento de Currulao el comandante paramilitar de la San José, alias Majute, hizo una reunión en la que exigió a compradores y negociadores de ganado que la venta de estos animales debe hacerse bajo el control paramilitar. Además, la Comunidad comenta que en dicha reunión “salieron nuevas amenazas contra la vida de los hijos de Ernesto Guzmán, asesinado en La Esperanza por no querer venderle su finca a los paramilitares.”
El 18 y 19 de febrero la Comunidad preparaba la conmemoración de la masacre del 21 de febrero de 2005, las delegaciones iban llegando a la Aldea de Paz de Mulatos Medio, cuando paramilitares uniformados y armados pasaron en repetidas ocasiones por el lugar, “lo que se interpretó como una amenaza contra la Comunidad y un intento de boicot a los actos de memoria”.
Cuando las delegaciones regresaban de Mulatos, el 23 de febrero, los paramilitares realizaron una reunión con las personas vinculadas a la Acción Comunal de la zona de Mulatos, en este espacio reiteraron que la “Comunidad debe ser despojada de la Aldea de Paz y en ese terreno debe ser tomado por la fuerza”.
Un día antes de esa reunión, en el asentamiento de San Josesito se identificaron a varias personas vigilando esta zona, incluso había un dron que “sobrevolaba el asentamiento, como forma de espionaje quizás para preparar nuevo atentados”.
El domingo 25 de febrero, habitantes que transitaban por el caserío de San José en la noche evidenciaron la presencia de jóvenes vinculados al paramilitarismo en las cantinas, estos portaban armas que eran visibles, varios disparos en diferentes puntos del caserío fueron escuchados, denuncian en el informe.
El último hostigamiento se presentó el 28 de febrero, cuando el paramilitar Luis Yair Úsuga, hizo un llamado a los pobladores de La Unión “para que asistan a un reunión con los paramilitares el próximo viernes 2 de marzo”.
La Comunidad de San José de Apartadó expresa que “ninguna autoridad quiere controlar a los paramilitares y se callan cuando se hace referencia a la impunidad e inmunidad con que ellos actúan”.
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