Crónica
Por María Méndez
Fundación Colombia Soberana
Foto FARC-EP |
Ayer iniciamos un nuevo año. El 2016 fue bastante especial, agitado y lleno de esperanzas. Estuvo marcado, como los anteriores, por el proceso de paz que se desarrollaba en La Habana, que los últimos meses vio sus frutos con la firma del Acuerdo Final el 24 de Agosto en Cartagena.
Luego se vino una lucha contra las mentiras, fundamentalmente del sector Uribista latifundista, y contra sectores que por intereses de unos pocos o demostrando total intolerancia e ignorancia, hicieron campaña por el vergonzoso NO, que ganó pírrica e inútilmente, puesto que la paz no tiene reversa.
Luego el 24 noviembre, después de escuchar las propuestas de estos sectores, se firmó el Acuerdo de la Esperanza. Se vino la refrendación en Cámara y Senado, la vía rápida de la Corte y la Ley de Amnistía.
Personalmente viví un año notablemente hermoso. Tuve la oportunidad de empezar ese excelente y acelerado 2016 en La Habana. La bella Habana con recuerdos hermosos e imborrables.
Sus brisas y soles que embellecen los más interesantes encuentros y largas horas dedicadas a hablar y meditar sobre las tareas que se hacen necesarias para construir una paz estable y duradera. Rodeada de hermosas personas como la Comandante Camila Cienfuegos, que con su ternura, claridad y gran inteligencia no solo gana corazones, sino batallas contra la injusticia y una guerra por la vida.
O las largas charlas con el Comandante Matías Aldecoa, que en ese momento pertenecía a la Subcomisión Técnica, encargada de temas tan complicados como el cese bilateral, la dejación de las armas y la descontaminación de los territorios de minas anti personas y artefactos explosivos sin estallar y ahora está en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V).
Pero mi Colombia me esperaba y mis actividades. Entre noticias, comunicados y la arremetida de la ultraderecha que amenaza con otro genocidio contra los revolucionarios, entre otros lamentables hechos de guerra contra el pueblo como lo es la reforma tributaria que muestran la poca voluntad del gobierno. Nos debatíamos entre la indignación y las grandes esperanzas en el futuro que lograremos construir, y continuábamos desde Colombia Soberana y muchas otras plataformas nuestras denuncias, y por supuesto, la pedagogía para la paz.
(Leer Entrevista con los Comandantes Marco León Calarcá y Víctoria Sandino)
Se llegó la firma del Acuerdo, como narramos arriba, y también la X Conferencia Nacional Guerrillera, un evento histórico. La Conferencia es el máximo órgano de decisión en las FARC. Está no solo era la última como grupo alzado en armas, en ella la totalidad de los guerrilleros, representados por 207 delegados democráticamente elegidos, avalarían, los acuerdos que su dirección había firmado con el gobierno, y desarrollaría el qué hacer de esa organización política de ahora en adelante.
Esta Conferencia, realizada entre el 17 y 23 de septiembre, sería un respiro en en agitado año. Colombia Soberana se había dado a la tarea de hacerle frente a las mentiras del Uribismo en el plebiscito, para ello decidimos, junto con otras organizaciones de Cundinamarca, inscribir una de las campañas por el SÍ en este departamento. Este reto que nos obligaba a redoblar nuestros esfuerzos en la pedagogía para la paz, continuar con el acompañamiento a los Presos Políticos que, incluso ahora, son atacados y hostigados indefensos por el INPEC y otros temas igualmente terribles.
Los Llanos del Yarí serían ese "escondite mágico" que nos llenaría de nuevas energías. En el legendario sitio El Diamante, se vivía en la certeza de paz, sueños nuevos, reconciliación y la disposición de seguir luchando por la Nueva Colombia, el trabajo, largas charlas, risas y los actos político culturales que cada noche llenaban de alegría a periodistas, guerrilleros y familiares y a los habitantes del lugar. Allí encontré a gente bella que recuerdo y con los que anhelo volver a sonreír. Una de esas lindas personas fue la camarada Milena Reyes.
A ese sitio volvería el 31 de octubre, a las vigilias por la paz, que eran la forma en que los colombianos que hemos vivido el conflicto y queremos una Colombia mejor con dignidad, oportunidades y sin guerra, abrazaríamos los campamentos guerrilleros, protestando contra el ya sabido engaño del NO y contra Juan Manuel Santos, quien había firmado un Cese al Fuego Bilateral e INDEFINIDO, y sin razón alguna y de forma unilateral le ponía fecha límite (el día de las vigilias que se realizaban en todo el país) arriesgando así el estado de tranquilidad que vivía nuestro país.
No solo los campesinos de las zonas aledañas y organizaciones sociales apoyaban este evento de paz, también lo hacían diferentes credos religiosos cuyos representantes apoyaron la paz con justicia social.
Hoy la paz avanza con pasos firmes. Esperamos la excarcelación de los presos políticos, la implementación del Acuerdo de la Esperanza y el inicio de la construcción del país que merecemos. Pero esto no llega por inercia. Es el pueblo en las calles, en las aulas, en los campos, leyendo y apropiándose de esos acuerdos, que logrará que se hagan realidad. Estos Acuerdos son del pueblo para el el pueblo. Es el regalo de estas sufridas generaciones a las futuras que no tienen por qué nacer siendo víctimas de una guerra eterna.
Que este 2017 sea de lucha por la unidad, la implementación y la construcción de la paz.
Luego se vino una lucha contra las mentiras, fundamentalmente del sector Uribista latifundista, y contra sectores que por intereses de unos pocos o demostrando total intolerancia e ignorancia, hicieron campaña por el vergonzoso NO, que ganó pírrica e inútilmente, puesto que la paz no tiene reversa.
Luego el 24 noviembre, después de escuchar las propuestas de estos sectores, se firmó el Acuerdo de la Esperanza. Se vino la refrendación en Cámara y Senado, la vía rápida de la Corte y la Ley de Amnistía.
Foto Colombia Soberana |
Personalmente viví un año notablemente hermoso. Tuve la oportunidad de empezar ese excelente y acelerado 2016 en La Habana. La bella Habana con recuerdos hermosos e imborrables.
Sus brisas y soles que embellecen los más interesantes encuentros y largas horas dedicadas a hablar y meditar sobre las tareas que se hacen necesarias para construir una paz estable y duradera. Rodeada de hermosas personas como la Comandante Camila Cienfuegos, que con su ternura, claridad y gran inteligencia no solo gana corazones, sino batallas contra la injusticia y una guerra por la vida.
O las largas charlas con el Comandante Matías Aldecoa, que en ese momento pertenecía a la Subcomisión Técnica, encargada de temas tan complicados como el cese bilateral, la dejación de las armas y la descontaminación de los territorios de minas anti personas y artefactos explosivos sin estallar y ahora está en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V).
Foto Revista Iskra. Colombia Soberana |
Pero mi Colombia me esperaba y mis actividades. Entre noticias, comunicados y la arremetida de la ultraderecha que amenaza con otro genocidio contra los revolucionarios, entre otros lamentables hechos de guerra contra el pueblo como lo es la reforma tributaria que muestran la poca voluntad del gobierno. Nos debatíamos entre la indignación y las grandes esperanzas en el futuro que lograremos construir, y continuábamos desde Colombia Soberana y muchas otras plataformas nuestras denuncias, y por supuesto, la pedagogía para la paz.
(Leer Entrevista con los Comandantes Marco León Calarcá y Víctoria Sandino)
Se llegó la firma del Acuerdo, como narramos arriba, y también la X Conferencia Nacional Guerrillera, un evento histórico. La Conferencia es el máximo órgano de decisión en las FARC. Está no solo era la última como grupo alzado en armas, en ella la totalidad de los guerrilleros, representados por 207 delegados democráticamente elegidos, avalarían, los acuerdos que su dirección había firmado con el gobierno, y desarrollaría el qué hacer de esa organización política de ahora en adelante.
Foto Colombia Soberana |
Los Llanos del Yarí serían ese "escondite mágico" que nos llenaría de nuevas energías. En el legendario sitio El Diamante, se vivía en la certeza de paz, sueños nuevos, reconciliación y la disposición de seguir luchando por la Nueva Colombia, el trabajo, largas charlas, risas y los actos político culturales que cada noche llenaban de alegría a periodistas, guerrilleros y familiares y a los habitantes del lugar. Allí encontré a gente bella que recuerdo y con los que anhelo volver a sonreír. Una de esas lindas personas fue la camarada Milena Reyes.
A ese sitio volvería el 31 de octubre, a las vigilias por la paz, que eran la forma en que los colombianos que hemos vivido el conflicto y queremos una Colombia mejor con dignidad, oportunidades y sin guerra, abrazaríamos los campamentos guerrilleros, protestando contra el ya sabido engaño del NO y contra Juan Manuel Santos, quien había firmado un Cese al Fuego Bilateral e INDEFINIDO, y sin razón alguna y de forma unilateral le ponía fecha límite (el día de las vigilias que se realizaban en todo el país) arriesgando así el estado de tranquilidad que vivía nuestro país.
Foto Colombia Soberana |
No solo los campesinos de las zonas aledañas y organizaciones sociales apoyaban este evento de paz, también lo hacían diferentes credos religiosos cuyos representantes apoyaron la paz con justicia social.
Hoy la paz avanza con pasos firmes. Esperamos la excarcelación de los presos políticos, la implementación del Acuerdo de la Esperanza y el inicio de la construcción del país que merecemos. Pero esto no llega por inercia. Es el pueblo en las calles, en las aulas, en los campos, leyendo y apropiándose de esos acuerdos, que logrará que se hagan realidad. Estos Acuerdos son del pueblo para el el pueblo. Es el regalo de estas sufridas generaciones a las futuras que no tienen por qué nacer siendo víctimas de una guerra eterna.
Que este 2017 sea de lucha por la unidad, la implementación y la construcción de la paz.
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