Comunicado
Por la JUCO
El pasado viernes 29 de abril el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, presentó al Concejo de la ciudad su proyecto final de plan de desarrollo, dentro del cual se incluye un artículo que, de ser aproado, autorizaría la venta de la ETB a inversionistas privados.
No es para nada nueva la receta de tratar de sortear las crisis económicas con “inyecciones de capital” lo cual no significa otra cosa que se busca el mecanismo de traspasar recursos púbicos a las arcas privadas, para evitar la quiebra de poderosos empresarios a costa de los derechos de las grandes mayorías.
En este caso y frente a los bajos niveles de rentabilidad y la desaceleración económica que vive nuestro país, el gobierno de Bogotá, actuando nuevamente como agente de negocios y no como un defensor de los derechos de los ciudadanos, aporta su nada despreciable granito de arena a la acumulación de capitales en manos de poderosos consorcios transnacionales. Y lo hace vendiendo nada más y nada menos que la empresa pública más rentable del distrito.
Es una medida mediáticamente construida (como suelen ser las mentiras hoy en día) que la ETB sea una empresa que reporta muchas pérdidas y que viene de capa caída en los últimos años, todo lo contrario, es su capacidad de generar ganancias y su posibilidad de competir en un mercado tan agresivo como el de las telecomunicaciones lo que despierta la gula y la avaricia de los grandes sectores del empresariado que quieren hacerse con las ganancias que hoy se usan para financiar varios de los programas y funcionamiento del distrito capital.
A los ojos de ellos esos dineros son malgastados garantizando los derechos de los ciudadanos y estarían mejor en sus bolsillos.
Contrario a lo que la gran prensa repite todos los días, la ETB es una rentable empresa pública, que aporta constantemente recursos al distrito capital, que tiene una muy buena participación de mercado -la mayor en telefonía fija, internet y televisión en la ciudad de Bogotá-, que en 2015 reportó utilidades por 169 mil millones de pesos y es la única empresa en Colombia con proyectos en fibra óptica.
No es por ser mala que la quieren comprar sino porque es una fuente excelente de recursos y quieren arrebatársela a los bogotanos para que ellos puedan engrosar sus ganancias.
Uno de los puntos más críticos de esta situación es que la Universidad Distrital es dueña del 1,7% de las acciones de la ETB, razón por la cual recibe de esta entre 7 y 10 mil millones de pesos, sin los cuales la crisis de la universidad producto de la asfixia presupuestal se profundizaría.
Por estas, y otras razones, la Juventud Comunista Colombiana llama a todos y a todas las habitantes de la ciudad a que defendamos lo que es nuestro, no se van a quedar con nuestro patrimonio, ese que hemos construido entre todos. El Concejo de Bogotá no debe aprobar semejante robo a los capitalinos y así lo exigiremos en las calles.
Que le quede muy claro a Peñalosa y su gobierno de corruptos: ¡LA ETB NO SE VENDE!
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