Comunicado
Por Marcha Patriótica
Bogotá, agosto 24 de 2015.
El Movimiento Político y Social Marcha Patriótica se solidariza con las comunidades fronterizas históricamente abandonadas por el Estado colombiano, con el hermano pueblo de Venezuela y con el legítimo Gobierno Bolivariano, frente a la grave situación humanitaria provocada por las fuerzas paramilitares que continúan afectando indistintamente ambos lados de la frontera. Llamamos a los Gobiernos Nacionales a encontrar soluciones diplomáticas conjuntas ante la presente crisis, que profundicen los lazos de solidaridad y hermandad, y continúen construyendo realidades de paz e integración regional.
Ante la agresión contra la Guardia Venezolana y las comunidades fronterizas, llamamos a la búsqueda de salidas binacionales que enfrenten de forma contundente las mayores problemáticas en dichos territorios de forma estructural. Partiendo del mutuo respeto por la soberanía y autodeterminación de los pueblos, y profundizando en ejercicios democráticos y participativos de las comunidades, debe buscarse atacar los mayores enemigos de la paz regional: el fenómeno del paramilitarismo; el contrabando de gasolina, insumos, ganado y alimentos; y las casas de cambio ilegales, entre otros.
En ese sentido invitamos a las comunidades fronterizas, al conjunto de organizaciones políticas y sociales, y a los gobiernos nacionales y locales a participar del Encuentro Fronterizo por la Paz, que se realizará los días 6, 7 y 8 de noviembre en la ciudad de Maracaibo estado del Zulia, como parte de las iniciativas de paz de la frontera.
La guerra económica que afronta Venezuela, así como la frontal agresión contra las fuerzas militares venezolanas, ha desembocado en la decisión del Gobierno Venezolano de ordenar el cierre de la frontera en Norte de Santander en el marco de la Operación de Liberación del Pueblo. Estas medidas extraordinarias podrían ser el comienzo de un plan de acción conjunto de largo plazo que resuelva la situación fronteriza, y son un llamado de atención para el Gobierno Colombiano, cuyo abandono de estos territorios y su pasividad frente al fenómeno paramilitar, significan la desestabilización regional y contradicen claramente lo acordado en la mesa de la Habana.
Por el bienestar de nuestros pueblos hermanos, la frontera debe consolidarse como territorio binacional saludable, en paz y que fomente el desarrollo. Sin duda, son las gentes del común las más afectadas por la presente crisis, y las que exigen una intervención contundente del Gobierno colombiano que permita superarla. Las comunidades fronterizas, sus organizaciones sociales y políticas, llaman a la urgente acción conjunta, y a que prime la solidaridad entre los pueblos en este difícil momento, para afianzar los lazos de hermandad, respeto y autodeterminación.
Junta Patriótica Nacional
Movimiento Político y Social Marcha Patriótica
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