Análisis
Tomado de Café Stereo
Por: Alfredo Ramos Maya.
Ay, los políticos tradicionales. Esos que dicen lo que sea para ganarse unos votos, sin sonrojarse, sin pudor. Qué daño tan grande le hacen a la confianza ciudadana. Por esos políticos tradicionales, los ciudadanos, con sobrada razón, cada vez creen menos en las instituciones democráticas. Si seguimos creyendo en esos políticos tradicionales, estamos abriendo la puerta a la anarquía, a la desinstitucionalización completa, a la victoria absoluta de la corrupción.
Los pensionados de Colombia, un grupo cada vez más escaso de ciudadanos que acceden valientemente a un derecho que en ocasiones parecería más un privilegio, han venido sufriendo un constante deterioro de sus ingresos: no sólo la base disminuida del ingreso por el que terminan siendo pensionados, sino su incremento anual del IPC por debajo del aumento en el salario mínimo, y la deducción mensual del 12% que se les hace en materia de salud, muy por encima del 4% que se le hace a los afortunados colombianos con un empleo formal.
Esos pensionados, que hoy suman alrededor de 2 millones de colombianos (casi una tercera parte de los que componen la población en edad de pensión), cayeron en la trampa de los políticos tradicionales en la campaña a Presidencia, aquellos irresponsables que una vez lleguen (o se mantengan) en el poder se les olvide el valor de su palabra.
El 6 de junio del presente año, el Sistema Informativo del Gobierno publicó la siguiente cita, tomada de la intervención del Presidente Juan Manuel Santos en mensaje dirigido a los pensionados del país: “Yo me comprometí, y quiero anunciarles a ustedes el día de hoy, sé que un anhelo de todos los pensionados es que se reduzca la contribución a la salud, hay un proyecto de ley en el Congreso de la República, y yo voy a apoyar ese proyecto de ley. Eso en plata blanca quiere decir que se aumenta el ingreso, porque se reduce la contribución y se aumenta el ingreso.”
Adicionalmente, el acta suscrita el 24 de diciembre de 2013 entre el Gobierno Nacional (firmada por el Presidente de la República), las Centrales de Trabajadores CGT y CTC, la Confederación Democrática de Pensionados CDP y los representantes gremiales de los empleadores ANDI, FENALCO, SAC, ASOBANCARIA y ACOPI, en la que se acuerda el incremento del salario mínimo, establece en su punto cuarto lo siguiente: “La solicitud de la Confederación Democrática de Pensionados y de las Centrales Obreras de eliminar el aporte obligatorio de salud para la población pensionada, se pedirá incluirla en el proyecto de ley que modifica el Sistema General de Salud que cursa en el Congreso de la República, a través de la Subcomisión de Seguridad Social de la Comisión de Concertación.” Momentos del calor de una campaña política a Presidencia que pasará a la historia por su poca legitimidad. Las promesas para ganar cualquier voto por parte de quien a la postre se hiciera Presidente estuvieron a la orden del día.
Se presentó en el Congreso de la República el Proyecto de Ley 183 de 2014 con el fin de cumplir la promesa de campaña que había firmado Juan Manuel Santos. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, en carta dirigida al Presidente de la Cámara de Representantes expresó lo siguiente: “.. este Ministerio emite concepto desfavorable al Proyecto de Ley en estudio [183/2014 Cámara], y en consecuencia de manera respetuosa, solicita considerar la posibilidad de su archivo…”
La trampa a los pensionados ya está hecha. Juan Manuel Santos promete y su fiel escudero, el Ministro de Hacienda, se opone. Los pensionados tienen que conocer el engaño al que fueron sometidos. Por elegir a quien elegimos, los pensionados no tendrán su merecida disminución en aportes a la salud. Y la confianza en la Democracia seguirá en decadencia.
Esto es a los que nos tiene acostumbrado este H.P YA QUE ES UNO DE SUS PRINCIPALES DEFECTOS. EL IMCUMPLIMIENTO
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