Análisis
Colombia Soberana
Por Jaime Barreneche López - Colectivo Grapas
Convocada para los días 15, 16 y 17 de marzo próximos, esta gran asamblea de los sectores sociales populares tiene como objetivo principal fortalecer y apoyar la continuidad de los diálogos que se desarrollan en la Habana, entre el gobierno nacional y las FARC-EP en búsqueda de una solución política negociada al conflicto social que ha provocado la confrontación armada y que conduzca al comienzo de una etapa de reconstrucción económica, política, social, cultural y ambiental que sirva de base estructural para garantizar la permanencia de un proceso hacia un país en paz con justicia social, lo que exige profunda reformas al actual modelo neoliberal de la economía con rescate de la soberanía, independencia y autonomía nacionales. Este propósito requiere de la participación de todos los sectores sociales del pueblo colombiano anhelantes de paz actualmente sumergidos en la pobreza como consecuencia de la apropiación de la riqueza producto del trabajo colectivo por un reducido grupo de privilegiados que constituye la clase dominante instalada en el poder político y sustentada por el poder militar regular e irregular, propio del régimen capitalista dependiente que rige actualmente en Colombia.
Esta convocatoria se hace en el entendido de que un proceso hacia la paz, estable y duradera sólo es posible con la participación, compromiso y organización de todos los sectores sociales, políticos, étnicos y culturales que ya han demostrado su fortaleza con la movilización social que ha venido creciendo incontenible para constituirse como ese sujeto histórico de cambio, necesario en la etapa actual del desarrollo social, como garante del advenimiento de un régimen democrático y popular que rescate la dignidad, el derecho y el bienestar del pueblo colombiano.
La convocatoria de carácter amplio y participativo de todas las manifestaciones y tendencias del orden político expresadas a través de todas sus organizaciones y en general de las que han participado en la gran movilización social que se desarrolla en el país exigiendo los derechos fundamentales del pueblo negados por el régimen capitalista, tiene por supuesto unos actores principales que en este caso son los campesinos: pequeños y medianos propietarios y productores agrarios víctimas del TLC y del despojo violento de sus tierras que obliga al desplazamiento forzado para engrosar los cordones de miseria en las ciudades receptoras. Los que aún pueden permanecer en sus parcelas sumidos en la miseria provocada por la ausencia de una política pública del gobierno que permita el desarrollo armónico de las actividades agrarias para una vida digna de la población campesina, imposible de lograr mientras los gobiernos de nuestro país sigan sometidos a los dictados de los intereses transnacionales que se expresan en la aplicación de las llamadas "locomotoras para el desarrollo" bandera del actual gobierno.
Al rededor de este protagonista social que se levanta por sus derechos históricamente negados, se halla sectores como el étnico, conformado por los grupos indígenas y afrodescendientes que por siglos han sido victimas de todas las formas de abuso y humillación, a quienes el estado también niegan sus exigencias políticas, económicas, sociales y culturales. No podemos olvidar tampoco el sector popular anclado en la ciudad, quienes las políticas contra el sector rural a llevado a vivir en un ambiente de pobreza, inseguridad e indignidad. En este sector levantan sus voces los estudiantes, los vendedores ambulantes, los trabajadores informales que sufren una arremetida de un estado que sin piedad actúa en pro de una minoría.
Esta cumbre es la esperanza de los sectores populares del pueblo colombiano para construir una propuesta de gobierno democrático e incluyente que reemplace al actual régimen injusto e inequitativo. El 15, 16 y 17 de marzo levantaremos nuestras voces y uniremos nuestros esfuerzos para comenzar nuestro camino hacia la Nueva Colombia en paz con justicia social.
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