Análisis
Tomado de Cambio Total
Por José María Carbonell
Una cosa dice la lengua y otra la conducta. La lengua habla palabras que si no fuera por la conciencia serían unas palabras vacías, sin sentido. Por ello bien lo dice el marxismo-leninismo, "a los hombres se les juzga por lo que hacen, no por lo que ellos digan o piensen de sí mismos".
Y si por la lengua fuera, ya su cuerpo estuviera condenado a la pira eterna del infierno. Porque la verdad es que los "santos Inquisidores" terminaron condenándose ellos mismos al infierno porque ellos veían en sus semejantes sus propios "pecados de acción y omisión", al igual que quedará el troglodita procurador.
Pero bueno, veníamos hablando de los discursos y los hechos que son una manera de buscar la verdad entre los politiqueros. El narco-paramilitar ex presidente Uribhitler - quien ahora quiere blindarse de un carcelazo por sus delitos de narco-paraco y de lesa humanidad- está hablando, y mucho, porque el no sabe lo que le viene pa´encima. El señor Uribhitler cree que el pueblo colombiano es desmemoriado y que sus palabras de "culebrero antioqueño" son suficientes para engrupir a todo el mundo y hoy lo vemos hablando bellezas de las cosas que durante su gobierno de 8 años no quiso hacer.
Está desaforado hablando de Paz. Dice que él no es "enemigo de La Paz", sino que él lo que quiere es que las FARC no tenga un "proceso con impunidad" -pero sí quiere su propia impunidad-, "que no le funden un partido político ni les permitan llegar al congreso", es decir, que la sociedad no les reconozca a las FARC su lucha contra las tropelías cometidas por los que han ejercido el poder en Colombia, Uribhitler entre ellos, y han anegado con sangre inocente todo el territorio nacional, y por el contrario, lo que que quiere es que los dejen reducidos a unos parias como redujo a los "capos" del narco-para militarismo cuando los extraditó a USAmérica.
Incluso el narco-paramilitar expresidente se permite hablar hasta del salario mínimo, como si no recordáramos que durante los 8 años de Uribhitler los trabajadores vieron caer precipitadamente su poder adquisitivo y las cifras estadísticas fueron revisadas para mostrar resultados que no existían en la realidad, como esa de que dos trabajadores que vivieran en una casa no eran pobres porque los dos salarios mínimos sumados daban un millón de pesos. Ni qué decir del escamoteo de la jubilación de los trabajadores y la flexibilización laboral de la jornada que permitió a los ricos empresarios no pagar las horas extras ni la jornada nocturna, embolsillándose así una porción más grande de la plusvalía producida por los trabajadores.
Ah, es que el narco-paramilitar ex presidente cree que los colombianos somos tontos y no recordamos todos los "golpes de mano" que le dio a los salarios de los trabajadores para favorecer a los ricos empresarios, los verdaderos dueños del país. No, señor, bandido. Los discursos son muy bonitos, pero sus hechos demostraron -y demuestran- lo corrompido y ventajista que es usted.
Del lado del inquilino de la "Casa de Nari" actual, lo vemos lanzando discursos carretudos a todo aquel que lo quiera oír y de los hechos na nay cucas. Lo hemos escuchado hablando de La Paz con palabras que no son propias, son robadas, y pontifica muy orondo lanzando máximas que cualquiera pensaria qué lumbrera. Pero en los hechos, en-los-hechos, lo que está adelantando es la guerra más cruel contra todo el pueblo colombiano, incluyendo a las FARC.
Guerra que tiene varios frentes -combinación de todas la formas de lucha oligárquicas- como la guerra despiadada contra la insurgencia -y habla de Paz-, al igual que la guerra de la salud - y habla de la paz de la salud-, o la guerra contra el salario mínimo -y habla bellezas del alza del salario mínimo y lo vuelve cada vez más mínimo-, o la guerra para impedir que los sectores populares no sigan mandando en Bogotá, por ejemplo, y se confabula con los " enemigos de La Paz" quienes son sus amigos desde siempre, es decir, los Uribhitler, los Ordóñez, los Londoños, los Vargas-Lleras, en fin, toda esa lacra asesina que maneja el país.
En este Nuevo Año, el pueblo colombiano tiene que estar con las pilas puestas porque éste año es el año del inicio de la construcción de la Nueva Colombia en Paz con justicia social, libertad, verdadera democracia, independencia y soberanía nacional. Y lo vamos a hacer duélale a quien le duela!
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