Análisis
Colombia Soberana
Por María Méndez
No diré que sea el fútbol una de mis pasiones, pero debo reconocer que me agrada. Soy hincha de Millonarios, apoyo la Selección Colombia cuando hay que hacerlo, me encanta ver partidos: la adrenalina, las exclamaciones de alegría o frustración, los pasa bocas y las bebidas, los goles, en fin esa extraña sensación de felicidad que produce estos eventos.
La euforia que causó la entrada de la selección Colombia al Mundial en Brasil 2014, después de más o menos 16 años fuera de este evento, se ve eclipsada por la lesión de uno de los mejores jugadores que tienen el fútbol colombiano: Radamel Falcao García.
Lamento el hecho, más no tanto como el manejo mediático que se le da a esta clase de situaciones. Manejo en el cual los medios masivos colombianos son expertos. Bajo las premisas de pensamiento único y manipulación, se establece la relevancia de las noticias. Esto es "guiar" la atención hacia una noticia poco importante (cortina de humo) para opacar otras vitales como por ejemplo el logro de la paz, la corrupción, el terrorismo de estado y demás cosas que se les vuelve imposible esconder.
La forma asquerosa de tomar una tragedia personal y profesional y explotarla con un falso sentido de "solidaridad". Debo, sin embargo, admitir que en el caso del Tigre no fue tan repugnante como cuando usaron los familiares de los retenidos por las FARC-EP o los afectados por las tomas que a finales de los 90 hizo este grupo insurgente, para descontextualizar y explotar un dolor humano con el único objetivo de favorecer uno de los grupos (en este caso el ejército), un típico ejemplo de Operaciones de Información, forma vil de meter a la población civil al conflicto.
Luego se vino el bombardeo mediático, noticias, entrevistas, vincular al público al discurso usando todas las herramientas disponibles, no solo es mostrar la "tragedia" que es para el país perder la participación de Falcao en el mundial, como si con ello el país se fuera al estanco, sino también por medio de las redes sociales inventarse una serie de estrategias en "apoyo" al jugador: #FuerzaTigre y demás.
De ninguna manera estoy diciendo que sea nocivo apoyar a un gran representante del deporte colombiano, pero ¿A costo de qué? de sacrificar noticias tan importantes como son los avances en el proceso de paz, precisamente cuando entramos a un punto tan difícil como lo es el referente al uso ilícito de los cultivos de marihuana, coca y amapola; los análisis políticos y la vigilancia de los partidos y sus candidatos en esta coyuntura electoral; la fiscalización de las multinacionales mineras; la persecución contra Marcha Patriótica, la Unión Patriótica, los Defensores de Derechos Humanos, los Ambientalistas, los líderes campesinos y comunales; los diálogos que se desarrollan entre el gobiernos, los campesinos y otras comunidades; y demás temas que dónde no se den de la mejor manera eso si manda al país al abismo.
Como vemos "pan y circo", más circo que pan en el caso colombiano, pues la democracia pende de un hilo a cuenta de la ultra derecha y sus representantes como lo es el procurador, el sistema de salud está agonizando, la segunda arremetida de la ley 30 de la educación se viene con fuerza, el desempleo cabalga a pasos agigantados así nuestro pomposo presidente diga lo contrario, el problema de las tierras y la economía campesinas sigue agrandándose y el descontento social crece cada día más. En fin circo ¿será que piensan que a punta de tamalitos electorales y mundial de fútbol se nos olvidará el hambre, las humillaciones y la miseria en la que estamos sumidos? no sé preguntémosle a Uribe a qué le saben los tomates.
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