Análisis
Colombia Soberana
María Méndez
Empezó otro ciclo de conversaciones de los diálogos que se adelantan entre la guerrilla de las FARC-EP y el gobierno nacional en la Habana Cuba. Se abrió este nuevo encuentro de las delegaciones después de varios cambios muy interesantes.
El primero de ellos es la libertad y posterior vinculación de Julián Conrado "El Cantor de la Insurrección" como uno de los miembros de la delegación de paz del grupo insurgente. Esto no es nada de que asombrarse. Varias veces me pregunté el por qué las FARC-EP no solicitaban que el cantante fuera parte de los diálogos si posee la madurez política suficiente, y conoce del tema, fue una de sus tareas en el Caguán.
Por otra parte la detención en Venezuela se hacia insostenible. No había cometido delito alguno en ese país, no uno que ameritara una condena tan larga, la misma fiscalía lo reconoció en su momento.
Por último los pedidos de extradición, calumniosos y exagerados, sin bases sólidas y solicitando la deportación de un prisionero político a un país en donde hay casi 10.000 de ellos recluidos en condiciones miserables, expuestos a la tortura, la muerte o la desaparición, a tratos crueles e inhumanos.
Un país con un gobierno que, solo a manera de muestra, en los primeros días del Paro Nacional Agrario y Popular encarceló a Huber Ballesteros por ser de la Marcha Patriótica, vicepresidente de FENSUAGRO y parte de la Mesa Agraria y Popular de Interlocución y Acuerdo MIA con quiénes negocian el pliego de exigencias campesinas. El mismo gobierno que avala y alienta la detención el 4 de este mes de Francisco Toloza, sabiendo que no ha militado en grupo armado ilegal con el argumento de que "sus ideas pueden ser peligrosas".
Por otro lado también hay cambios importantes en la delegación gubernamental, y no me refiero a cambios en su estructura sino en su discurso. En primer lugar me pareció grato escuchar al vocero de la delegación de paz del gobierno hablando de "dejación de armas" y no de "desmovilización" . Esto nos puede indicar que no solo son acercamientos conceptuales, sino que pueden ser muestra de entendimientos, teniendo en cuenta que la cuestión del desarme es uno de los puntos más difíciles.
Lo han dicho varios delegados de las FARC-EP, de ellos no esperemos un espectáculo de entrega de armas y uniformes como lo han hecho ya las guerrillas que se han desmovilizado. No están dispuestos a intercambiar fusiles por puestos burocráticos, ni a aceptar cambios "cosméticos".
Sin embargo, y a pesar de estos avances, podemos encontrar cosas que aún preocupan, como por ejemplo las declaraciones del mismo Humberto de la Calle en las cuales dice que ni el sistema económico del país ni la estructura de las fuerzas militares están en discusión.
Los diálogos continúan en Cuba, la delegación del gobierno guarda silencio, sus pares de las FARC-EP actualizaron el programa para sustitución de cultivos de uso ilícito que presentara años atrás el Comandante Manuel Marulanda Vélez en la zona de despeje del Caguán.
Comienza un año de luchas populares y de políticas gubernamentales de doble faz Por un lado varios avances en la Habana, por el otro lado represión, estigmatización, violencia y muerte. Un año más de diálogos para una guerrilla que ya cumple 50 años de lucha e intenta no seguir contando más meses de violencia. Un año en el cuál diferentes sectores de la sociedad demostraran su fuerza, su decisión, unión y valentía en pro del la paz de Colombia. Debemos esperar cómo actúan las variantes políticas y qué tanto el gobierno desea la paz.
Un país con un gobierno que, solo a manera de muestra, en los primeros días del Paro Nacional Agrario y Popular encarceló a Huber Ballesteros por ser de la Marcha Patriótica, vicepresidente de FENSUAGRO y parte de la Mesa Agraria y Popular de Interlocución y Acuerdo MIA con quiénes negocian el pliego de exigencias campesinas. El mismo gobierno que avala y alienta la detención el 4 de este mes de Francisco Toloza, sabiendo que no ha militado en grupo armado ilegal con el argumento de que "sus ideas pueden ser peligrosas".
Por otro lado también hay cambios importantes en la delegación gubernamental, y no me refiero a cambios en su estructura sino en su discurso. En primer lugar me pareció grato escuchar al vocero de la delegación de paz del gobierno hablando de "dejación de armas" y no de "desmovilización" . Esto nos puede indicar que no solo son acercamientos conceptuales, sino que pueden ser muestra de entendimientos, teniendo en cuenta que la cuestión del desarme es uno de los puntos más difíciles.
Lo han dicho varios delegados de las FARC-EP, de ellos no esperemos un espectáculo de entrega de armas y uniformes como lo han hecho ya las guerrillas que se han desmovilizado. No están dispuestos a intercambiar fusiles por puestos burocráticos, ni a aceptar cambios "cosméticos".
Sin embargo, y a pesar de estos avances, podemos encontrar cosas que aún preocupan, como por ejemplo las declaraciones del mismo Humberto de la Calle en las cuales dice que ni el sistema económico del país ni la estructura de las fuerzas militares están en discusión.
Los diálogos continúan en Cuba, la delegación del gobierno guarda silencio, sus pares de las FARC-EP actualizaron el programa para sustitución de cultivos de uso ilícito que presentara años atrás el Comandante Manuel Marulanda Vélez en la zona de despeje del Caguán.
Comienza un año de luchas populares y de políticas gubernamentales de doble faz Por un lado varios avances en la Habana, por el otro lado represión, estigmatización, violencia y muerte. Un año más de diálogos para una guerrilla que ya cumple 50 años de lucha e intenta no seguir contando más meses de violencia. Un año en el cuál diferentes sectores de la sociedad demostraran su fuerza, su decisión, unión y valentía en pro del la paz de Colombia. Debemos esperar cómo actúan las variantes políticas y qué tanto el gobierno desea la paz.
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