Análisis
Colombia Soberana
Por María Méndez
Comienza hoy el 2014. No es un año ejemplarmente fácil. Para el pueblo colombiano es la continuación de una lucha que ha empezado en el 2013. La MIA, Mesa Agraria y Popular de Interlocución y Acuerdo, tiene todo un camino de espinas, pues después de varias reuniones el gobierno no ha querido dialogar de verdad con los voceros campesinos. En el Catatumbo las cosas no van mejor, y ni hablar de los mineros, sobretodo de la Región pacífica.
Pero si bien en gobierno de Juan Manuel Santos, un gobierno entreguista, arrodillado al imperio y apretado por el cuello por los sectores ultra derechistas del país, le impone al pueblo unas condiciones difíciles para el logro de sus anhelos, él tampoco la tiene fácil.
Por un lado está presionado por las multinacionales. Los compromisos que ya están firmados a nuestras espaldas y de frente hace varios años: Minas, tierras, selvas, la entrega total del país.
También tiene que lidiar con la ultra derecha, esa capa de la sociedad que la misma oligarquía creó desde que les llamaban "pájaros" y "chulavitas" , hoy BACRIM, nombre que usan para que olvidemos las atrocidades que cometieron cuando se denominaban paramilitares AUC.
Tiene por delante un proceso de paz con la guerrilla de las FARC-EP, y posiblemente con el ELN, dos de los grupos insurgentes que más han resistido el ataque oligárquico imperialista. Dos guerrillas lo suficientemente fuertes para mantenerse en pie de lucha a pesar de la desventaja en cuanto tecnología militar.
Como un gobierno completamente al servicio de una imperio agonizante, se ve muy afectado por la situación de Estados Unidos, el cual tiene una deuda superior a su PIB, por su sed de petroleo se ha metido en unas guerras insostenibles y dentro de él una riña entre los sectores diplomáticos y, el más peligroso de todos, el guerrerista representado por El Pentágono y sus crueles apetitos de dominación mundial por medio de las drogas y la fuerza.
Santos tiene que escoger y no le queda mucho tiempo. No hablo en materia electoral, la cuenta de cobro se la está pasando la historia, la historia escondida de un país dolido, la historia que sale a flote, la historia que ya pide un giro dramático.
Las cartas están sobre la mesa desde el año que acaba de terminar. Las fuerzas se están midiendo y equilibrando. La valentía y el coraje del pueblo colombiano ha ganado una de las batallas, demostrando que las fuerzas represivas del estado no pueden ante el pueblo organizado.
El año pasado dijimos que era el año de las luchas sociales por la paz, yo creo que fue el primer año del futuro. El 2014 será el año de la esperanza, de la organización social por la paz y la justicia social, el segundo año del futuro.
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