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Recursos naturales de Colombia en poder de las multinacionales y transnacionales

Análisis
Tomado de Pacocol
Por Nelson Lombana 


La soberanía nacional por la cual luchó con tanto ahínco y abnegación el libertador Simón Bolívar, muriendo en la indigencia y en la turbulencia de la ingratitud y traición de Francisco de Paula Santander y su putrefacto séquito, bajo la dictadura del capitalismo salvaje en su modelo neoliberal en el siglo XXI, es apenas una caricatura grotesca que nada tiene que ver con la realidad. ¿Cuál soberanía nacional?



La apátrida burguesía sin sonrojarse viene entregando a toda velocidad los recursos naturales a las multinacionales y transnacionales. Caso del petróleo, la energía, el gas, el uranio, el carbón, el coltán, la biomasa, etc.


Todo ello bajo el mutismo del silencio y de la indiferencia de un pueblo acorralado por el analfabetismo político, el terrorismo de Estado, la enajenación de las religiones, los medios masivos de comunicación y el mismo pensum académico.


Es decir, el pueblo colombiano está totalmente enajenado, alienado por un lado y por el otro atemorizado por la represión militar – paramilitar. ¿No es diciente la pérfida iniciativa del ministro de defensa Juan Carlos Pinzón de aumentar las penas para quien proteste en este país?


A pesar de esas ataduras hay un despertar popular que debemos dimensionar y desarrollar con creatividad y conciencia social y de clase, por cuanto la lucha de clases se hace más vigente que nunca, más necesaria que nunca y más esperanzadora que nunca, porque se sabe que los tiranos son efímeros y los pueblos eternos.


En esa dinámica compleja y dramática urge madurez política de la izquierda colombiana, grandeza, carácter y responsabilidad histórica. No puede seguirse comportando como niña engreída que por una simple coma arma toda una pataleta intrascendente y no tiene empacho en practicar la expulsión por la expulsión, practicar el sectarismo y el grupismo vacío y carente de contenido.


Solo la unidad puede llevarnos a un escenario de cambio, libertad y justicia social. A sentir la soberanía nacional y la necesidad de la emancipación de esta burda oligarquía y de este imperialismo estadounidense avasallante e inhumano. Nos puede llevar a recuperar la capacidad de asombro, a sentir en carne propia la forma miserable como el gobierno nacional ha entregado nuestros recursos naturales a las multinacionales y transnacionales, el nuevo rostro del capitalismo rapaz y explotador extremo.


Estas no son palabras de cajón para quizás adornar un escrito y ganar lectores. Son manifestaciones concretas, sinceras y honradas que llaman a la unidad, la organización y la acción de masas. No más indiferencia, no más miedo, no más desunión, no más mezquindad. Asumamos el rol histórico y avancemos hacia una segunda y definitiva independencia.


Para la muestra un botón. El camarada Jorge Gamboa Caballero, uno de los colombianos más versados en el tema de los recursos naturales, especialmente el petróleo, denuncia valientemente el rol tétrico de las multinacionales y transnacionales, su poder imperial y dominante con la entera complacencia del gobierno nacional.


Según su criterio, éstas se mueven en Colombia como pedro por su casa sin control alguno, sin normas que las regulen, teniendo entera libertad para hacer y deshacer sin que autoridad colombiana alguna pueda decir absolutamente nada.


El robo de los recursos naturales es descarado. Por ejemplo, un barril de petróleo brota de nuestra exuberante vegetación a un precio promedio de ocho dólares. Sin embargo, Colombia tiene que pagarlo como si viniera de Arabia Saudita, es decir, desembolsar entre 85 y 90 dólares por barril.


Por eso dice el camarada Jorge Gamboa Caballero: “El crudo nuestro tiene precio internacional, porque está concesionado, pertenece a otros países, a otros Estados”. Así las cosas, “en Colombia quien procesa es dueño de la materia prima”, dice con profunda indignación, con verdadero dolor de patria.


Quiere decir que el gobierno nacional no tiene una norma que regule el precio de los combustibles y que regule la explotación de nuestras riquezas. Es idiota útil de las multinacionales y transnacionales, luego se puede volver a preguntar: ¿Cuál soberanía nacional?


En Colombia hay petróleo pero el país no es petrolero por excelencia. Las reservas descubiertas hasta ahora son de 2.5oo millones de barriles. De acuerdo al análisis que hace el camarada Gamboa en cinco años estaríamos en una crisis terrible, porque Colombia dejaría de ser exportadora y pasaría a ser importadora.


Ecopetrol no existe más que el recuerdo nostálgico. Hoy no hace exploración, no perfora ni transporta. En palabras del camarada Gamboa Caballero: “De Ecopetrol no queda sino el logo y la foto de una iguana”.


Así las cosas, si no asumimos una posición consecuente, revolucionaria, democrática, unitaria y soberana, estamos condenados los pobres a ser cada vez más pobres y los ricos más ricos.


Por eso, el compañero Jorge Gamboa Caballero, quien trabajó en Ecopetrol y luchó denodadamente desde el sindicalismo, propone abrir el debate nacional e internacional sobre nuestros recursos naturales, la presencia avara de las multinacionales y transnacionales y la postura pusilánime del gobierno nacional. Llama a la acción, a fijar una posición consecuente, digna y patriótica. Es claro al decir: “Nunca una multinacional o transnacional tiene en cuenta los daños políticos, ni los daños culturales”.


La entrevista concedida a la página web: www.pacocol.org es la siguiente: 




-         Camarada Jorge Gamboa Caballero, ¿Cuál es el impacto de las multinacionales y transnacionales en Colombia?


Las sociedades transnacionales han venido manejando la economía de los diferentes países; en el caso colombiano a través de los contratos que realizan con los gobiernos vienen apropiándose de los diferentes terrenos, terrenos muy promisorios para la explotación del petróleo, para la explotación del gas, para la explotación de la energía, para la explotación del carbón, el uranio, el coltán y la biomasa.


Esa es una cuestión bien interesante de debatirlo porque son renglones fundamentales de la economía. Vemos claramente cómo concesionan terrenos enteros para la explotación petrolera. Ahorita viene una reversión que es la reversión en el caso de Campos Rubiales; Campos Rubiales debe revertir a la nación y nos encontramos con que el gobierno quiere prorrogar esta concesión. Nosotros le pagamos a la multinacional el crudo que brota de la tierra, que sacan de la tierra, se lo pagamos a precio internacional. Y estamos cargando el 51% hasta el 60% de la carga de las refinerías es con crudo a precio internacional.


Por eso los precios de los combustibles tienen que ser precios internacionales, porque el crudo nuestro que está saliendo el barril aproximadamente a ocho dólares, lo estamos pagando a 85 y 90 dólares para cargar nuestras refinerías. Es una situación lamentable que el país no le presta atención, pero que hay que mirarlo y con detenimiento.


Si revierte el Campos Rubiales ese crudo será nacional y el precio baja de 90 dólares a 8 dólares, luego, hay todas las posibilidades de bajar a los combustibles. Es una de las fórmulas de bajar el precio de los combustibles.


Esa discusión que se trae de rebajar los precios, rebajando vaporización, rebajando estampillas, rebajando impuestos, rebajando tasas, rebajando IVA y rebajando de más carga impositiva, no logra rebajarle sustancialmente el precio de los combustibles, pero si rebajamos el precio de la carga de los combustibles en las refinerías, rebajamos los productos que salen elaborados, los combustibles se tienen que rebajar sustancialmente.


Entonces, vemos cómo la política la vienen manejando con el interés económico transnacional; el crudo nuestro del subsuelo tiene precio internacional ya. ¿Por qué? Porque está concesionado, porque pertenece a otros países, pertenece a otros Estados.


Esas sociedades transnacionales son capitales de otros Estados que se vienen adueñando de esa riqueza. Miremos el caso del carbón, miremos el caso del agua, el manejo del agua. ¿Cuánto le cuesta un barril de agua para generar energía a una transnacional de la energía? Nada, cero pesos; ¿Cuánto se cobra por el petróleo debajo del suelo? ¿Quién va a cobrar ese petróleo? ¿Quién? Solamente están perforando, explorando y ya se adueñan de la materia prima.


O sea, que en Colombia quien procesa es dueño de la materia prima; quien busca y extrae es dueño de la materia prima, y le pone precio internacional, porque el gobierno nacional no tiene una ley que regule el precio de los combustibles y que regule realmente la explotación de nuestra riqueza.


Aquí hay una gran discusión en relación con la concesión; aquí concesionaron hidroituango, El Quimbo, hidrosogamoso, solo para mencionar tres y querían concesionar el páramo de San Turbán. Es una vaina bien interesante de este debate; el debate es bien importante, pero hay que verlo sencillo, hay que verlo de una forma sencilla y mirar cuánto representa, en el caso del petróleo, se habla de millón 35 mil barriles a 90 dólares el barril, ¿Qué está haciendo Ecopetrol con esa plata? ¿Qué está haciendo con esa plata? ¿Cuánto da?


Miremos esas cuentas y miremos el manejo económico en Colombia, quién controla a quién. Aquí, nadie controla lo público, aquí nadie controla lo privado, aquí nadie controla nada.


Esto es una subasta, donde se está perdiendo la riqueza y la escasez de los recursos naturales es cada vez más evidente, por cuanto estos no son eternos.


Colombia no es un país petrolero; lo tenemos sí, pero no somos petroleros, solamente hay 2.500 millones de barriles probados y si lo vamos a sacar en una tasa de extracción de un millón diario, serían 365 millones de barriles, anualmente.


Una gran pregunta para seguir con el tema: ¿La agencia nacional de hidrocarburos descubre anualmente más de 365 millones de barriles? No. ¿Cuántos años lleva la agencia nacional de hidrocarburos?


Desde que privatizaron a Ecopetrol no ha hecho un descubrimiento de un campo como para decir que no vamos a tener escasez de petróleo. Vamos a tener escasez de petróleo, vamos a ser importador de petróleo va a haber una crisis lamentable cuando tengamos que seguir importando productos blancos como se está haciendo actualmente con más de 30 mil barriles; escúchese bien, que lo sepa la gente: Más de 30 mil barriles de producto para hacer la mezcla, en el caso del ACPM.


Se tiene que traer de afuera 30 mil barriles para poderlo mezclar, porque la refinería y el proyecto en Barrancabermeja no ha terminado y seguimos sacando unos productos altamente contaminantes por encima de las mil partes por millón de azufre, contaminando. Han venido contaminando históricamente este país y van a continuar contaminándolo porque el proyecto de Barrancabermeja todavía no entra en funcionamiento, el de Cartagena tampoco ha entrado en funcionamiento que es la modernización para bajar a 30 partes por millón de azufre que es lo máximo permitido por los convenios internacionales.


Aquí, hay mucho tema de esta cuestión, pero lo importante sería repetir cuánto paga el Estado por un barril de petróleo de nuestro país. Lo estamos pagando como si esto lo produjera o lo tuviera Arabia Saudita, como si lo trajeran de Arabia Saudita para cargar las refinerías nuestras. Es una situación que jamás vamos a tener precios bajos del combustible, con esa política jamás vamos a lograrlo, así haya paros agrarios, así haya paros campesinos, así haya paros del pueblo en general, si no se cambia la política de explotación de nuestra riqueza, seguiremos nosotros pagando las consecuencias de una funesta y nefasta política.


-         Camarada: Ha presentado usted una dramática situación de la explotación de nuestros recursos naturales, recursos naturales que ya no son nuestros, son de las multinacionales y transnacionales por la entrega pusilánime de nuestra soberanía nacional que ha hecho esta pútrida oligarquía nacional. ¿Qué queda de Ecopetrol?


Dos refinerías. Una que se está manejando en asocio en Cartagena con Reficar y la otra en Barrancabermeja que está en proceso de modernización, de resto ya todo lo demás lo entregó.


Ecopetrol no hace exploración, Ecopetrol no perfora, Ecopetrol no está transportando porque los oleoductos los privatizaron. Ahora, hay una nueva empresa que se llama Cenet, es la encargada de los oleoductos; oleoductos, poliductos, gasoductos, los maneja esa nueva entidad.


Queda la refinería de Barrancabermeja en un ciento por ciento operada por Ecopetrol y la refinería de Cartagena a través de Reficar; no le queda nada más a Ecopetrol. Ecopetrol ya no tiene distribución, las acciones en los terpeles que tanto debate se dieron, esas fueron vendidas hace rato. Lo de promigas, eso lo único que sirvió fue para que se llenaran los bolsillos congresistas y los que estuvieron en los ministerios como el súper ministro, quedó con las acciones de Promigas, se quedó con una gran cantidad como si fuera trabajador de Promigas.


Aquí vemos claramente que de Ecopetrol no queda sino el logo y la foto de una iguana. No está quedando más nada porque se maneja como grupo empresarial. Ahí participan otras empresas del transporte de los combustibles y distribución de los combustibles y parte de la refinación de los combustibles, extracción de los combustibles y producción de combustibles.


Luego, la Ecopetrol creada por el esfuerzo y sacrificio de los colombianos desapareció de la faz de Colombia. Ya no hay tal soberanía en este caso, perdimos esa soberanía. Eso es muy importante que se ventile dentro de los debates nacionales e internacionales, sobre cómo se viene perdiendo la soberanía nacional en nuestro país.


-         De acuerdo a ese análisis sombrío, descarnado que hace sobre la situación de los recursos naturales, tal el caso de los combustibles, concretamente del petróleo. ¿En cuántos años calcula que el país pasaría de ser exportador a importador?


Pues a una extracción de 365 millones de barriles anualmente, nosotros nos estaríamos “chupando” esos 2.500 millones en máximo cinco años. En cinco años estaríamos nosotros ya importando combustibles para procesarlos si es el caso del petróleo y si no para consumirlos y sería importar la producción sin tener en cuenta que en  el país, la parte de la economía agrícola, la parte de  la economía ganadera, la parte de la economía de la agro economía, la vienen manejando directamente el empresariado y las burguesías.


Luego, nosotros no vamos a tener posibilidades. Los pobres cada día seremos más pobres, iríamos cada día a aguantar más hambre y aumentaría el nivel de harapientos, desamparados, en el caso de los indigentes que ya son cinco millones tiende a subir a seis millones de indigentes y de desplazados de cuatro millones, iremos a los seis y siete millones de desplazados porque las áreas promisorias ricas se las entregan a las multinacionales y tienen que despejarlas de todo campesino y de todo indígena que haya en el área, tiene que violentarlo para que salga y eso van para las ciudades a engrosar las filas y los cordones de miseria.


Luego, esa situación es lamentable; si nosotros miramos este panorama, ¿Con qué vamos a comprar combustibles? Es la gran pregunta. Si no tenemos ingresos, ¿Con qué compramos combustibles? No tenemos para pagar el agua, no tenemos para pagar la energía, no tenemos para pagar servicios públicos, menos vamos a tener para comprar el combustible que requiere el país. Luego, yo diría que en cinco años habría una crisis en el caso de los combustibles, sino se descubren nuevos yacimientos, nuevas reservas y si no se regula la política que se está manejando hoy, de forma irresponsable por el gobierno nacional.


-         Quería preguntarle algo sobre el impacto ambiental que significa la explotación de estos combustibles. ¿Sí se está haciendo responsablemente por parte de estas transnacionales y multinacionales?


Nunca una multinacional o transnacional tiene en cuenta los daños ecológicos, ni los daños económicos, ni los daños sociales, ni los daños políticos, ni los daños culturales.


El ambiente, que es lo que nosotros debatimos, cuál es el ambiente en Colombia hoy donde hay la riqueza y qué daños causan las multinacionales.


Donde llega una multinacional hay conflicto social, donde llega una multinacional hay una hiperinflación en la región. Aumentan los precios de todo, el costo de vida sube y sube todo; la economía del país para esa región se desregulariza y de igual manera vemos cómo culturalmente las comunidades que viven en esas regiones son desplazadas. O sea, el daño cultural es grave; al campesino le cambian su cultura, deja de ser campesino de cultivar y se va a buscar la oportunidad laboral en la parte petrolera.


Vemos cómo políticamente también influye. ¿Por qué los alcaldes de regiones aparecen trabajando con ejército irregulares? O sea, aquí hay una situación bien interesante para debatirla. El medio ambiente no es solamente la parte ecológica y la contaminación del aire, del agua y de la tierra. No, ellos contaminan aire, agua, tierra, pero contaminan también en lo social, en lo cultural, en lo político y en lo económico.


Esa deuda ambiental es grande. ¿Cuántos años llevan las multinacionales en el caso de la explotación del carbón? ¿En la explotación del petróleo? ¿Ahora, en la explotación de la energía? ¿Qué daños van a hacer a las represas y a los ríos y esos daños ecológicos? ¿Quién los va a pagar? ¿A quién le importa ese daño ecológico, si la gente de los territorios diferentes fueron desplazados y son desplazados permanentemente? Esa violencia paramilitar  el día que nosotros podamos pelearles, podríamos manejar autónomamente, con principio soberano la riqueza que tenemos en nuestro país.


-         Camarada Jorge Gamboa Caballero, ¿Cuál sería la contrapropuesta desde la izquierda para intentar detener ese cataclismo complejo que cierne sobre la humanidad colombiana en el marco del predador sistema capitalista neoliberal?


Aquí nos toca a nosotros plantear unos estatutos de inversión extranjera. Aquí se requiere un estatuto de inversión extranjera. Hay que regular el ingreso financiero de capital al país.


Las multinacionales no pueden llegar aquí como pedro por su casa; las multinacionales deben llegar aquí con una restricción como lo han venido haciendo en el caso de Bolivia, Ecuador, Venezuela. Hay una restricción para la inversión y hay un control y hay una responsabilidad social, hay una responsabilidad ambiental y hay una responsabilidad por parte de las transnacionales para  no causar esta serie de impactos y daños al medio ambiente, a las comunidades y en sí, en general, al pueblo colombiano.


Luego, aquí se requiere que la izquierda plantee un estatuto de inversión donde se regule el ingreso de los capitales foráneos y que se regule aquí la inversión y que esas inversiones le queden en tecnologías, en infraestructura, en conocimiento, que le quede como patrimonio al país, que no sean embajadas petroleras, embajadas del carbón, embajadas de otros países dentro de nuestro país a través de las concesiones. Se requiere un estatuto de la inversión bien hecho para mirar quién se queda con la ganancia de lo que genera la extracción de la riqueza natural.


En la imagen, camarada Jorge Gamboa Caballero. Foto Nelosi

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