1813 – 2013: 200 AÑOS DE LA MUERTE DE ATANASIO GIRARDOT.

Memoria

Por Marcha Patriótica

Para La Alianza de Medios y Periodistas por la Paz

El 30 de septiembre de 1813 murió en el combate del cerro de Bárbula el inmortal coronel Atanasio Girardot, comandante en jefe de la Vanguardia del ejército Libertador de Venezuela.

El virtuoso colombiano Girardot había nacido en la provincia de Antioquia, e hizo parte del contingente de jóvenes y valientes luchadores que la Nueva Granada ofrendó a la liberación de Venezuela y la instauración de la segunda república al mando del señor Brigadier Simón Bolívar. Al lado de Girardot fueron enviados Joaquín París, Hermógenes Maza, José María Ortega y Nariño (sobrino del General Nariño), Luciano D’Elhúyar, Antonio Ricaurte y Francisco de Paula Vélez, entre muchos otros escogidos por el propio general Nariño.    

A la edad de 22 años Girardot ya era jefe de la vanguardia de Bolívar, integrante de su Estado Mayor junto a figuras de la talla de Rafael Urdaneta y José Félix Ribas, y había brillado en importantes batallas por nuestra libertad. A su muerte, el Libertador le rindió sentidos homenajes, llevando  su corazón en desfile triunfal hasta Caracas y declarándolo el Primer Bienhechor de la Patria.

Es entonces, Atanasio Girardot, símbolo imperecedero del internacionalismo solidario y de la juventud rebelde y libertaria, estandarte de la valentía y heroísmo desinteresado de los jóvenes de América que se entregan completos a la causa sagrada de la justicia social, contra la tiranía.

Es un imperativo rescatar los paradigmas reales de quienes nos antecedieron en la lucha revolucionaria; rescatar nuestra historia, la historia que escriben los pueblos en su combate contra la injusticia, desenmascarando la mentirosa historia oficial que eleva a la categoría de prohombres a criminales de la calaña de Santander, Obando, Florentino González, Ospina, entre otros.

Para los jóvenes esto es sumamente importante: rescatar las figuras patrióticas de nuestra historia y ponerlas a marchar por la justa defensa de los oprimidos, traerlos al bloqueo campesino, al tropel universitario y a la minga indígena; y con ellos, rescatar también su idea y pensamiento para construir nuestra propia identidad partiendo de valores patrios como los que Girardot defendió, desechando la influencia dañina de los antivalores que impone la globalización asesina de la historia propia de los pueblos.    

Como una pequeña contribución en este sentido, y con el ánimo de rendir homenaje al joven coronel Girardot, transcribimos la carta que el Libertador le envió al padre del héroe, Luis Girardot, comunicándole la aciaga noticia de la muerte en combate de su querido hijo.

Valencia, 5 de octubre de 1813*.

Ciudadano Luis Girardot:

Temería cursar a usted el más acerbo dolor participándole la muerte de su ilustre hijo, si no estuviese persuadido que más aprecia usted la gloria que cubre las grandes acciones de su vida, que una frágil existencia.

Es verdad que la vida del coronel Atanasio Girardot, mientras más se hubiera prolongado, mas timbres hubiera añadido a su gloria, y más beneficios a la libertad de la patria. Su pérdida es de aquellas que eternamente deben llorarse. Pero la causa sagrada por la que ha perecido debe un tanto suspender su dolor, para pensar en sus grandes hechos, y en el respeto que se debe a sus cenizas inmortales.

Ellas vivirán en el corazón de todos los americanos, mientras el honor nacional sea la ley de sus sentimientos, y mientras la sólida gloria tenga atractivos para las almas nobles. La carrera de Girardot y su muerte excitarán, aún en la posteridad más remota, la emulación de cuantos aspiren al precio del valor, y sientan en sus pechos el fuego divino con que buscó la gloria propia y la de su amada patria.

Las armas americanas deben honrarse de que haya militado en ellas el virtuoso Girardot, y la causa de la libertad por la que los hombres más grandes de la tierra han combatido, nunca ha sido sostenida con más honor que en los campos famosos donde Girardot la ha hecho triunfar de los tiranos.

Los españoles que constantemente venció, siempre temerán la espada que castigó sus perfidias, y puso un borrón indeleble a sus almas. El nombre de Girardot será funesto a cuantos tiranos oprimen la humanidad, y sus virtudes republicanas le colocan entre los nombres ilustres de Bruto y de M Scévola.

Venezuela se ha cubierto de un luto espontáneo por la muerte del Libertador y el dolor amargo que oprime los corazones no ha dejado gustar las ventajas de la última victoria que proporcionó a la Republica.

El gobierno, ligado por las obligaciones más sagradas a ese benemérito jefe, le ha decretado por ley los primeros honores que pueden honrar la memoria de un mortal; y como comprende a usted y a toda su posteridad la disposición del artículo séptimo, la pongo en su noticia para que se sirva librar contra las cajas nacionales de Venezuela, a efecto de percibir los sueldos que pertenecían al coronel Atanasio Girardot...

(Fdo.) SIMÓN BOLÍVAR.

Vale señalar que la familia Girardot no solo entregó a la causa de  la libertad americana a su hijo Atanasio; Pedro Girardot murió en el combate de Juanambú, el 28 de abril de 1813, luchando bajo las órdenes del General Antonio Nariño, en la campaña del sur de Nueva Granada.

Ante esto, don Luis buscó por todos los medios una entrevista con Bolívar, con el fin de entregarle a su último hijo, Miguel, “para que lo siguiera en el camino de la gloria ya recorrido por sus hermanos mayores”.

Finalmente, el mismo Luis Girardot muere en los llanos de Casanare y Apure, cuando, al no tener más hijos para la lucha, se dirigía a enlistarse en las guerrillas que operaban en esas zonas.

Esta Colombia de honor, virtud, patriotismo, desprendimiento, valentía y odio a la tiranía y la injusticia, fue la que nuestros primeros libertadores soñaron; esta Colombia fue traicionada por la oligarquía criolla, pero sigue construyéndose ahora en los campos y barriadas populares a través de la movilización popular y la pelea callejera, y emerge también desde los corazones de los jóvenes que emulamos ejemplos cimeros como el de Girardot y su familia.

¡CONTRA EL IMPERIALISMO!

¡POR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL!

¡EN MARCHA POR LA SEGUNDA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA!

*Tomado de Bolívar y su campaña admirable, Juvenal Herrera Torres.