Ir al contenido principal

Entrevista al Comandante Antonio García

Entrevista
Tomado de http://www.eln-voces.com/
Por ELN



Pr.- 1. Hace seis meses comenzaron las negociaciones entre las FARC y el Estado colombiano, pero sólo hace unas semanas, tras la celebración del Congreso Nacional por la Paz, el gobierno aceptó abrir una mesa negociadora con el ELN. Algunas preguntas: ¿por qué el ELN no se incorporó desde el principio a las conversaciones, cuando el discurso de la organización ha estado claramente orientado al diálogo desde los años 90 y bajo los sucesivos gobiernos colombianos? ¿Es que el gobierno priorizó a las FARC? ¿Cuál creen que ha sido el factor que ha obligado al gobierno a incorporarlos ahora? ¿Y en qué estado se encuentran las negociaciones preparatorias de esa mesa?

R. Ha sido difícil abrir un proceso de paz entre el gobierno de Santos y el ELN, por cuanto el gobierno no tiene voluntad de paz y considera que la insurgencia debe aceptarle condicionamientos. La paz se puede construir sólo si las dos partes se respetan y tienen la flexibilidad para sentarse sin condiciones.

El gobierno ha ideado un esquema de paz y quiere que la insurgencia lo acepte. Le gusta la confidencialidad, pero se desvive por hacer público lo que le conviene. De otro lado, busca la paz incrementado las operaciones militares, se niega a acordar un cese al fuego bilateral, pero si pretende que la insurgencia renuncie a las acciones militares. Le gusta un proceso con amplias ventajas para el establecimiento. 



Pr.- 2. ¿Por qué las guerrillas no negocian juntas? Evidentemente el Estado colombiano ha estado siempre interesado en negociar por separado, pero nos gustaría saber qué tipo de coordinación mantienen entre sí las FARC y el ELN. Históricamente las relaciones han sido muy volubles, de la confraternización al enfrentamiento incluso armado. ¿Están hoy más próximos?

Leíamos hace unos días un comunicado conjunto con las FARC desde una de las zonas estratégicas del país, Arauca, así como otro del Sur de Bolívar contra la Locomotora Minera. En el caso concreto de las negociaciones, ¿en qué discrepan las agendas de una y otra organización? ¿Qué ha ocurrido desde aquellos años en que se fundó la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, de la que ustedes dos eran las fuerzas fundamentales?

R. A finales de 2009 acordamos parar la confrontación militar entre las dos organizaciones, que nunca debió existir, y centramos los esfuerzos en reconstruir la confianza y avanzar en la superación definitiva de las afecciones que dejó el conflicto en el oriente del país y proyectarla a otras regiones.

En este tiempo cada organización adelantó sus actividades políticas con su propia iniciativa, y sólo intercambiamos lecturas de la realidad del país y el mundo, por eso no avanzamos en construir unificadamente un escenario de paz, así ambas organizaciones lo estuviésemos vislumbrando.

Al no existir hoy un diálogo de paz entre el ELN y el gobierno, no hay aún una agenda concreta que nos permita compararla con la que actualmente se discute en la Habana. Muy seguramente podrían darse identidades en algunos objetivos globales y en otros particulares, y también habría diferencias en otros campos. En las metodologías sucedería otro tanto. Lo que no puede perderse de vista es que actuamos en un mismo país y la paz habrá de ser un proceso de confluencias.

La Coordinadora fue un momento muy importante en la construcción de la unidad revolucionaria en Colombia; que de haberse mantenido, muy probablemente se hubiese avanzado con menos traumatismos en la lucha. En varias de las regiones donde compartimos territorios mantuvimos coordinación y realizamos iniciativas de manera conjunta, pero él no abordar asuntos esenciales de la estrategia, primaron las visiones y prácticas particulares de cada organización, y nos llevaron a acentuar caminos diferentes, e incluso hasta la confrontación.



Pr.- 3. El 18 de enero el Frente Darío Ramírez Castro llevó a cabo una acción en una  mina de oro en Norosí, en el departamento de Bolívar, en la que fueron retenidos dos ciudadanos peruanos, tres colombianos y un canadiense que trabajan para la multinacional minera canadiense Braveal, beneficiaria de la concesión de la mina. Esta acción tuvo repercusión internacional y desató una intensa ofensiva militar en la zona, sin resultado, por parte del gobierno. En febrero el ELN liberó a los ciudadanos peruanos y colombianos mientras que mantiene aún cautivo al geólogo canadiense Jernoc Wobert, vicepresidente de exploración de la compañía minera.

¿Cuál es la lógica de esta acción en el momento actual y qué tiene que ocurrir para que el ELN libere a este ciudadano canadiense? ¿Se trata de acciones propagandísticas? ¿Su objetivo es económico? ¿O están orientadas realmente a combatir los proyectos de estas multinacionales?



R. Una de las banderas de lucha del ELN es la defensa de la soberanía nacional, en esa dirección a realizado acciones para confrontar la política entreguista de los diferentes gobiernos, denunciar las consecuencias nefastas que ellas tienen para la nación y proponer una política soberana en el manejo de los recursos naturales y energéticos, y la defensa de los ecosistemas y la biodiversidad.

La denominada locomotora minera del gobierno Santos es un agresivo plan orientado a continuar entregando los recursos de la nación a las corporaciones mineras transnacionales asociadas al interés de la oligarquía colombiana. Esto ha provocado un incremento de la militarización para facilitar la apropiación de los territorios de las comunidades, violando los derechos humanos. Así como también destruyendo los ecosistemas con graves consecuencias para la sobrevivencia de todas las especies en el inmediato futuro.

La retención de los ciudadanos extranjeros está en correspondencia con nuestra política de defensa de la soberanía nacional y de los recursos naturales.

La empresa transnacional, valiéndose de trampas les arrebató a las comunidades los títulos mineros, y habría que mirar si efectivamente el ingeniero canadiense tenía la documentación en regla para laborar en Colombia. En este sentido, nuestra acción es para defender el derecho de las comunidades, el patrimonio nacional y nuestra soberanía. El ELN está por la explotación soberana de nuestros recursos naturales, por la preservación de los ecosistemas y porque todo proceso productivo beneficie prioritariamente al país, las regiones y las comunidades que habitan dichos territorios.

El gobierno colombiano se ha empeñado, de manera infructuosa, en presionar militarmente para buscar el rescate del canadiense, pero no ha movido un dedo para que la multinacional Braewal Mining Corporation devuelva los títulos mineros a sus verdaderos propietarios.



Pr.- 4. No es la primera vez en la historia reciente de Colombia que se emprenden negociaciones de paz entre el Estado y las fuerzas insurgentes. En las tres ocasiones anteriores (con Belisario Betancur, César Gaviria y Andrés Pastrana) todas las esperanzas se vieron frustradas y no sólo no se alcanzó la normalización política deseada por parte del pueblo colombiano sino que los niveles de violencia ejercidos desde el Estado, mediante la fuerza pública y el paramilitarismo, aumentaron. ¿Hay algún motivo para pensar que esta vez puede ser diferente?

R. El ELN también lo intentó con Uribe. Si bien hemos expresado nuestra voluntad para iniciarlo sin condicionamientos, hasta el momento no hay proceso con el ELN. Colombia requiere de cambios y transformaciones profundas. Las causas que motivaron el alzamiento armado continúan intactas, la inequidad, la injusticia social, la ausencia de democracia, la violación a los derechos humanos, la persecución política y la criminalización de la protesta social son, entre otras, las causas que siguen alimentado el conflicto social y armado.

La guerra sucia y el terrorismo de Estado han sido políticas durante décadas. Los sucesivos gobiernos han acudido a la acción legal e ilegal a la hora de reprimir y acallar la voz popular, de truncar las posibilidades de cambio y transformación en el país, no obstante la lucha por una nueva nación continúa. Con diálogo o si él la represión se mantiene.

El gobierno ha manifestado reiteradamente que en un proceso de diálogo el modelo económico no será un tema de agenda, esta posición evidencia el propósito de no afectar los intereses de la clase dominante en el país y seguir manteniendo el sistema de privilegios de los ricos, la explotación de la clase trabajadora y la entrega del país al capital transnacional.

Este, y otros condicionamientos, de entrada dejan ver la falta de voluntad del gobierno para acordar cambios de fondo. Santos se empeña en un acuerdo cosmético que no aborda la raíz del conflicto. Un diálogo debe ser sin condiciones, sin ataduras, hay que ser responsables con el país.



Pr.- 5. ¿Cuáles son los obstáculos? En un comunicado reciente el ELN hablaba de "tres tipos de paz". El primero es el del uribismo, que pasa sencillamente por una victoria militar, por cualesquiera medios, sobre el adversario: un modelo ya conocido que ha ensangrentado el país y alejado cualquier perspectiva de solución política y social. El segundo estaría representado por Santos, el actual presidente, quien trataría de "recuperar" en favor de los intereses de un sector de la oligarquía, la que podríamos llamar "tradicional" (la empresarial exportadora), el fuerte movimiento social y popular por la paz. Explíquenos, por favor, cómo estos dos modelos de paz pueden sabotear o entorpecer o dejar sin efecto eventuales acuerdos.

R. La oligarquía colombiana es una de las más guerreristas de América Latina, históricamente ha excluido a la oposición política y a los luchadores sociales por medio del asesinato, usando la violencia de sus aparatos legales e ilegales.

La naturaleza de esta oligarquía no le permite reconocer la existencia de la diversidad, del contradictor político, de la crítica social, ya que los entiende como una amenaza a sus intereses económicos y políticos, a su poder, a sus privilegios, y todo intento por buscar la paz con justicia social se entiende como una amenaza a su "statu quo". 

Varios hechos trascendentales en la historia del país registran que la élite dominante ha optado por la violencia y el terrorismo de Estado cuando ha visto amenazados sus intereses por el avance de procesos alternativos y populares que le disputan el poder.

Existen en Colombia enemigos poderosos de la paz en el gobierno, en el Estado, en los grandes grupos económicos, en los partidos políticos de la derecha, en el capital transnacional, pero igualmente un gran torrente de fuerzas sociales, del campo popular y democrático cada día más creciente que apoyan y se movilizan por ella, a tal punto que hoy la opinión nacional es mayoritariamente favorable a la paz y reclama mecanismos, espacios y formas de participar en dicho proceso, el pueblo quiere ser protagonista. En este sentido, el ELN ha propuesto recientemente la construcción de un gran Movimiento Nacional por la Paz que movilice en un solo frente a los que buscamos un futuro digno para Colombia.



Pr.- 6. El tercer tipo de paz es el que ustedes llaman "paz popular", paz con dignidad, paz con justicia social, cuya victoria depende del apoyo popular y de la unidad de la izquierda colombiana, una idea que estuvo muy presente -en positivo y en negativo- durante el reciente Congreso por la Paz celebrado en la Universidad Nacional de Bogotá la segunda mitad de abril. ¿Está la izquierda colombiana preparada para la paz? ¿Para la "paz popular"? ¿Qué retos implica para las fuerzas políticas y sociales de la izquierda colombiana, tanto las constituidas como las emergentes?

R. No es una pregunta fácil de responder, ya que la paz es un objetivo de la sociedad en su conjunto. El hecho que en una sociedad existan gobiernos que dicen reconocer problemas estructurales, pero durante décadas no han hecho nada por solucionarlos, pero si han actuado con violencia desenfrenada para proteger sus privilegios. Con motivo a la firma de los acuerdos previos sobre el tema de tierras en la Habana, el presidente Santos reconoció que con dichos acuerdos se atacaban problemas de vieja data, pero remató diciendo que si no se firmaba el acuerdo final, nada de lo acordado se llevaría a cabo. Ahí hay un mensaje ambivalente, pues el gobierno reconoce las falencias históricas en dicha materia, pero se niega a cumplirlas como debería ser, pues su interés no es solucionar los problemas estructurales de la sociedad, sino que para él la paz significa la desmovilización de la guerrilla.

De otro lado, la paz implica que la sociedad pueda exigirle a los gobiernos el cumplimiento de sus responsabilidades, asunto difícil, pues a un Estado autoritario y guerrerista, que acude a uso de la violencia contra la protesta social, no es fácil exigirle, y en eso se le ha ido la vida de decenas de miles de dirigentes sociales.

También la paz implica voluntad y compromiso de las dos partes del conflicto, gobierno y guerrillas. La guerrilla puede tener voluntad de paz, y puede estar lista para ella, pero si el gobierno no quiere, se corre el riesgo de caer en trampas, de las cuales está llena nuestra historia. Por eso lo más sensato es una exploración responsable, donde las dudas puedan resolverse. Y esto juega para las dos partes y con transparencia para la sociedad. Se requiere de un proceso, de un camino que nos prepare a todos para la paz, nadie puede decir por sí mismo que está preparado para ello, no es algo que se pueda decir como palabras que se lleva el viento.



Pr.- 7. ¿Está la izquierda preparada para ser gobierno, aunque sólo sea a nivel municipal? ¿Dónde está la izquierda en Colombia y qué y a quiénes representa? ¿Por qué tantas divisiones en su seno? ¿Y de qué manera influyen estas divisiones en el proceso de negociación con las guerrillas?

R. Esta pregunta partiría de reconocer que existen gobiernos en Colombia, pero lo que existe es desgobierno, durante más de 50 años la oligarquía ha administrado un conflicto para mantener su régimen, tiempo suficiente en que hubiesen podido solucionarse las causas esenciales de la crisis del país y por tanto del conflicto.

Hoy diversos países en el mundo han entrado en crisis profundas por la deformación de la política, entendida como la práctica que le da poder a unos pequeños grupos llamados "partidos políticos". El arte de gobernar, hoy requiere de profundas reflexiones y cambios de las prácticas, que permitan reivindicar el sentido verdadero de la política, que no es otra cosa que la construcción colectiva de caminos de esperanza para el futuro de las comunidades. Donde los objetivos que se buscan, así como la forma como se llega a ellos puedan ser controlados por la sociedad, algo así como una contraloría social.

Gobiernos de raíces sociales implica una democracia participativa, no sólo que se convoque a la gente a votar, sino a discutir los problemas y las formas de solucionarlos, que no se entienda que gobernar o legislar es un gran negocio, donde se dilapidan los recursos de la nación o las regiones.

La construcción de gobiernos de carácter popular, democrático, de izquierda está en camino, hay diversos ejercicios locales y regionales, donde en medio de la represión y presiones de todo tipo se intenta abrir caminos. Muchos alcaldes y candidatos han sido asesinados. Es un objetivo que puede lograrse con organización social, con fuerza social, pero no es fácil. Es un camino no exento de errores, y se requiere de una mayor participación de las comunidades en el diseño de sus planes y en el control de la ejecución de ellos.

Es necesario superar la creencia que la izquierda debe ser sólo una fuerza electoral. La función, el papel de la izquierda debe ir más allá, si bien podría gobernar, su papel debe estar siempre en la protección y defensa de lo público, del bienestar y bienvivir de las comunidades, de su futuro de esperanza. La izquierda colombiana está en las organizaciones sociales, en organizaciones populares, en movimientos políticos nacionales y regionales, en las expresiones organizativas de los pueblos originarios y comunidades afro descendientes, en comunidades en resistencia, en organizaciones juveniles, estudiantiles, campesinos, trabajadores, de mujeres, de género, de luchadores por la defensa de los Derechos Humanos, en organizaciones de víctimas, de desplazados, de presos políticos, también la insurgencia y otra diversidad de expresiones que pueden mostrar lo que implica ser de izquierda en Colombia, es el mapa sangrante que ha dejado la violencia y el terrorismo de Estado.

En toda colectividad existe la diversidad, es parte de la vida y de la naturaleza humana, y más en la práctica social, y por tanto en la actividad política. Si bien las divisiones se dan en sociedades sin conflicto armado, en una sociedad como la nuestra es mucho más complejo encontrar soluciones en medio de la resistencia. Resistir, sobrevivir -en sí mismo- entraña una tremenda dificultad. Construir caminos de futuro que nos unifiquen, en medio de la resistencia, es un tanto más complejo. Pero confiamos que en la medida que todos vamos siendo más capaces de resistir, de vernos resistir, de confiar en nuestras fuerzas, todos nos vamos respetando y apoyando, así va naciendo la confluencia en los objetivos y en los caminos para llegar a ellos. Siendo uno de estos objetivos la construcción de la paz.



Pr.- 8. En las dos últimas décadas, como resultado del acoso terrible del Estado pero también de los propios errores y de los cambios producidos en las relaciones de fuerza continentales, se ha producido un distanciamiento entre las fuerzas insurgentes y los movimientos sociales, indígenas y campesinos, los cuales reclaman también una "paz popular" pero no se identifican necesariamente con la visión y la estrategia de las guerrillas e incluso llegan a chocar con ellas sobre el terreno. ¿Cómo se puede garantizar su participación en las negociaciones de paz? ¿Son las FARC y el ELN los que deben llevar sus reivindicaciones a las mesas o hay algún otro procedimiento para que estos movimientos y comunidades se representen a sí mismas?

R. Los integrantes de las guerrillas son colombianos, campesinos, trabajadores urbanos y rurales, de comunidades diversas, del movimiento social, por naturaleza tenemos identidades en las expectativas de futuro y por tanto de lucha, como también diferencias.

El Estado colombiano y sus organismos de seguridad son los primeros en decir que las organizaciones sociales y populares tienen relaciones con las guerrillas y las apoyan, y con base en este perverso argumento se han cometido muchas masacres, desapariciones forzadas a comunidades enteras, así como torturas, persecución y la cárcel a luchadores populares.

Coincidimos en las esperanzas y en las luchas que cada uno adelantamos, pero no estamos en los mismos espacios.

Muy seguramente cuando se da confrontación militar y se da en los territorios de las comunidades se viven situaciones complejas, y tratamos no producir afecciones y respetamos la integridad de sus pobladores, así como como los procesos organizativos o autoridades propias.

En un proceso de diálogo que busque una paz verdadera se requiere de la participación directa y protagónica de los diversos sectores de la sociedad, de manera especial los excluidos y marginados. La guerrilla no puede caer en la suplantación de las comunidades, organizaciones o movimientos sociales, la arquitectura de su participación es parte vital en la construcción de un camino hacia la paz.



Pr.- 9. En este sentido, ¿cuál es la agenda del ELN para las negociaciones? ¿Cuáles son los mínimos irrenunciables? ¿Creen que el resultado de las negociaciones debe ser una nueva constitución política para el país o basta un acuerdo refrendado por las partes? ¿La entrega de las armas y la incorporación de los guerrilleros a las instituciones del Estado o a las ONG’s?

R. Una agenda para construir un camino de paz debe ser construida en la mesa entre las partes. Habrá que esperar a que llegue ese momento. Sí le puedo decir que en ese trabajo se requiere de discusiones que tienen que ver con la lectura del conflicto, de sus causas, de sus orígenes; así como también de los objetivos que hagan viable, posible y real la paz. La agenda será entonces lo que permitirá conectar estos dos extremos; ir del conflicto de hoy a una futura sociedad en paz con justicia social. Quizá podremos ir anunciando o comentado con más objetividad los cursos de su construcción en la medida que el inicio de un proceso pueda ser una certeza. Por ahora no queremos especular.



Pr.- 10. Hace nueve años, en una entrevista, el comandante Milton Hernández nos decía que en Colombia era mucho más peligroso hacer política que luchar en la guerrilla. Los años de Uribe le dieron la razón. ¿Cómo encaran ustedes los riesgos de una normalización? ¿Qué tipo de garantías pueden recibir de que hacer política, tras unos eventuales acuerdos, no será como firmar una condena de muerte?

R. El conflicto social y armado ha sido inherente a este modelo de sociedad y de régimen político en Colombia, y el sangramiento de la sociedad ha sido de dimensiones descomunales. Quien más dolores y heridas ha padecido ha sido el pueblo, la gente que lucha, que protesta, que se moviliza; luego se cansa de recibir tantas heridas y termina en la guerrilla defendiéndose con un arma para seguir resistiendo y luchando de otra manera, pero la lucha es la misma.

El principal riesgo para la paz no es lo que les pueda pasar a los individuos, sino lo que le pueda pasar a la sociedad, por ejemplo, que sigan intactas las causas que originaron el conflicto social y armado, y la crisis del país siga igual.

Hasta la fecha los acuerdos de paz que se han firmado en Colombia les han garantizado, a quienes han abandonado la lucha armada, la participación en la política bajo las mismas reglas de juego excluyentes que siguen reproduciendo el conflicto y la crisis del país, y de alguna manera han legitimado al régimen por momentos y han alargado aún más el conflicto. Esos acuerdos tampoco lograron evitar los muertos de luchadores que lo hacían sin armas.

La única garantía es la capacidad de lucha y resistencia del pueblo, su movilización. Se pueden firmar muchos papeles y acuerdos, pero si la oligarquía no ve un pueblo organizado no va a cumplir nada. Por esta razón hay que llenar de pueblo el camino hacia la paz.



Pr.- 11. Una cuestión fundamental, junto a la autodeterminación económica y social, es la cuestión de las víctimas. Se insiste una y otra vez en que no puede haber paz sin justicia social, pero también en que no puede haberla sin reconocimiento de responsabilidades en la violación sistemática de los derechos humanos y sin reparación de las víctimas. Este es, sin duda, otro obstáculo mayor en la consecución de una paz que va a cuestionar necesariamente la impunidad de los gestores civiles y militares del aparato del Estado en los últimos 60 años. ¿Cómo concibe el ELN en concreto la idea de "justicia transicional"? ¿Apuesta por el establecimiento de una Comisión de la Verdad, como en otros procesos de paz de América Latina? ¿Qué propuestas llevará en este sentido a esas futuras mesas de negociación?

R. El Estado colombiano se acuerda que tiene que legislar para la paz, para reconciliación nacional, cuando hay coyunturas políticas, o cuando está en camino un proceso de diálogo con las guerrillas. Pero se le olvida que ha tenido todo el tiempo del mundo, todos los recursos económicos y humanos para legislar en función del bien del país y sus gentes. Por esta razón es inaceptable unas "leyes de emergencia" para facilitar la paz. Todo lo que tiene que ver con las soluciones a lo que aconteció en el conflicto debe ser materia de discusión y acuerdo entre las partes.

Es elemental que si el Estado no pudo controlar el paramilitarismo, no fue por falta de recursos o capacidades, sino porque se alió con ellos, los ayudó, los promovió o como quiera que se diga. Y esta fue una guerra contra el pueblo. Si miramos los registros de las víctimas del Estado y el paramilitarismo, todas, absolutamente todas son personas pobres, humildes, trabajadores y luchadores contra la injusticia. Esta verdad no la puede refutar nadie. Este es el principal dolor de Colombia.

En el marco de un acuerdo de paz, Colombia debe transitar hacia la reconciliación nacional, y no hay otra vía que asumir los principios de la Verdad, la Justicia, la Reparación y el compromiso que nunca más se volverá a repetir esta historia dolorosa. En esta ruta muy seguramente se necesitará trabajar en la reconstrucción de la historia y la verdad, base fundamental para avanzar en la Justicia y la Reparación. La "justicia transicional" se ha manejado como la "justicia por un ratico" mientras engañamos a las víctimas para que todo siga igual. Se requiere de fundamentos que nos hagan transitar a una sociedad de real justicia, esto quiere decir que la sociedad controle al Estado, porque en la historia moderna y contemporánea las crisis de las sociedades no las crean estas, sino los Estados al ser manejados por intereses privados muy reducidos.



Pr.- 12. En sus casi 50 años de lucha armada, ¿ha violado alguna vez el ELN las normas internacionales de respeto a la población no combatiente? ¿Qué principios de ética revolucionaria han guiado su lucha? ¿Cómo han combatido las transgresiones a esa ética, si es que se han producido? ¿Qué responsabilidades están dispuestos a asumir frente al pueblo colombiano?

R. En Colombia, a mediados de la década de los ochenta, el ELN fue el primero en reconocer la aplicación del DIH, El Protocolo II referido a los Conflictos Internos, muchos años antes que el Estado lo mencionara, pues no los aplica. También hemos insistido en la necesidad de la Humanización de la Guerra, que significa acordar normas en lo más crítico del actuar humano, las guerras, pues si no asumimos normas que las pueden regular iríamos por el despeñadero del no retorno, que fue lo que no midió el Estado al agenciar el paramilitarismo.

La diferencia entre una banda y un Ejército radica en que éste último se constituye por y para la defensa de los ideales y razones de existencia de una colectividad y dirige su actuación militar contra los agentes armados de la agreden y atacan, y a los agentes no armados que la adversan los trata con otros medios y formas buscando su rectificación y la continuidad de vida evitando la confrontación militar.

Las normas son construidas en el cursar de la historia y vida de las sociedades concretas, están referidas a ellas, no son eternas y evolucionan junto con las sociedades, dichas normas colocan barreras a la actuación. En los conflictos la vida es más compleja, y los límites de lo permitido puede ser vulnerado por individuos o colectividades, por esta razón se requiere de mando responsable, para controlar y asumir las responsabilidades de la actuación de sus tropas.

La ética va más allá de las normas y la moral, tiene que ver con la construcción de un futuro en libertad para las sociedades y en cómo debe irse construyendo ese camino. El ELN es muy apegado a las normas que han construido las comunidades, las respeta y contribuye a que se respeten, la razón de nuestra existencia es la vida en comunidad, no nos consideramos soldados reclutados para una causa extraña, sino guerreros que seguimos siendo desde cada comunidad, indistintamente si ellas son pueblos originarios, comunidades afrosdecendientes, comunidades rurales o urbanas.

En el ELN se han presentado casos individuales de transgresión al DIH, pero jamás como política de la Organización u orientación expresa de sus mandos, sino por errores o accidentes, en todos ellos el ELN asumido su responsabilidad y ha aplicado los códigos internos a quienes han resultado implicados en tales hechos.



Pr.- 13. Hablando de derechos humanos: mientras se negocia en La Habana con las FARC y se apunta a inminentes diálogos con el ELN, la guerra no se detiene, ni en el plano militar ni en la criminalización, persecución y represión de cualquiera que se oponga a las políticas gubernamentales en los territorios. Especialmente sangrante es el trato que reciben los presos políticos y de guerra en las cárceles colombianas. ¿Qué tiene el ELN que decir al respecto?

R. El problema va más allá de lo carcelario, y tiene que ver con el sistema judicial y acusatorio, pues antes de ir a un juicio, ya se está condenado por la Fiscalía, no importa si los testigos son delincuentes y mercenarios de la justicia, lo que el sistema busca es una "justicia intimidatoria", no importa que sea "injusta". Y enseguida de esto se encuentra el sistema carcelario, fiel reflejo de la sociedad colombiana deseada por la burguesía, donde el preso llega a vivir una situación infrahumana en todas las condiciones de la existencia, y más aún con el actual diseño que ha sido copiado de los Estados Unidos, hasta en eso dependemos.

La persecución, represión y judicialización de los opositores en Colombia es política de Estado.

La privación de la libertad de luchadores políticos y sociales hace parte de la estrategia integral del Estado en procura de doblegar la voluntad popular y de intimidar a la oposición. El "aparato judicial" es utilizado para defender el régimen silenciando a los críticos de él y sus gobiernos.

Un mayor nivel de represión reciben los compañeros guerrilleros que han sido apresados y judicializados, a quienes les da un trato indigno, les restringen las garantías, les dilatan los procesos, padecen chantajes y hostigamientos de diferente tipo. Más allá, el gobierno ha querido invisibilizar la existencia de presos políticos en Colombia en su intento por negar la existencia del conflicto.

Sin embargo, las jornadas de protesta realizadas por los presos, las múltiples acciones para visibilizar la cruda realidad que viven y desnudar las pretensiones del gobierno, se han ido ganando la solidaridad nacional al dar a conocer la situación de las cárceles.

En el marco de un proceso de paz, naturalmente el asunto de los presos políticos es unos de los temas a tratar.



Pr.- 14. Una negociación es siempre una admisión de derrota por ambas partes. El gobierno acepta que no puede vencer militarmente a las fuerzas insurgentes y que debe cambiar su estrategia para tratar de conservar, con pocas diferencias y sin muchas concesiones, el actual reparto de poder y de riqueza. En cuanto al ELN, ¿es agotamiento, impotencia, astucia? ¿O cree que ha cambiado algo en el plano nacional e internacional y en la forma de hacer política que recomienda el abandono de la lucha armada como procedimiento de cambio social? ¿O es sencillamente la respuesta a una demanda popular?

R. El único camino verdadero para llegar a la paz se podrá dar el día en que la paz sea entendida como una ganancia para la sociedad, donde ella pueda ser dignificada. Esto nace de superar la realidad que se vive hoy en día, pues mientras para el rico la paz significa más ganancias, para el pobre es otra cosa muy distinta.

En la actualidad se puede estar usando un discurso de paz para legitimarse políticamente mientras se continúan buscando éxitos militares, que parece ser la estrategia del gobierno. Su discurso es sigamos haciendo la guerra, pues la paz es el acatamiento de lo que el gobierno dice.

El tema de la lucha armada y el uso de las armas es un gran sofisma de distracción, los poderosos del país y del capital transnacional lo usan para sus conveniencias. Dicen que la lucha armada ha perdido vigencia, y que ahora las acciones de resistencia y de transformación deben hacerse por la vía política, pero ellos si lo pueden hacer con las armas en todas partes, en Irak, Afganistán, Libia, Siria y pare de contar. En estos casos no es delito enviar armas y alimentar conflictos en diversos países, porque está en correspondencia a sus intereses; pero cuando los pueblos, los humildes, los desheredados se levantan en armas es anacrónico, no tiene vigencia, es ilegítimo. Igual pasa en Colombia, el gobierno si puede usar las armas como se le antoja, es legítimo, pero cuando el pueblo las usa para defenderse, entonces está mal.

Cuando un gobierno tiene el monopolio de las armas y las ha usado mal, está expuesto a que la sociedad acuda al legítimo derecho de la defensa por medio de las armas.

En América del Sur se han abierto caminos de transformación hacia la democratización de las sociedades y de su vida política por caminos diferentes a la lucha armada, pero de grandes movilizaciones populares y de confrontación política, no exentos de peligros y de intentonas golpistas de la derecha militarista. Se marcha pese a las amenazas del imperio norteamericano, y donde el gobierno colombiano trabaja en la cabeza del plan desestabilizador junto a las burguesías lacayas de los países donde hoy se construyen otras alternativas para sus pueblos. Este entorno continental es favorable a la construcción de la paz, tanto en Colombia como en la Región y es un aliado natural para este tipo de propuestas.

En Colombia, si bien la opinión y el movimiento popular son cada día más favorables a la paz, el gobierno de Santos no tiene una estrategia de paz, sino de guerra, se cree triunfador y quiere presentarse a través de un engañoso proceso de paz, como un presidente de paz, y su manejo oportunista de la paz lo está usando para lanzarse a la reelección. De un ciclo favorable a un discurso de paz, pasa a un ciclo de guerrerista, para atraerse a sectores democráticos y también a los guerreristas.

Su mensaje ambivalente de "la victoria es la paz", que le ha vendido a los militares, les está diciendo que ES LA VICTORIA MILITAR LA QUE PRODUCIRÁ LA PAZ, también se lo presenta a la sociedad como si LA PAZ FUESE LA VICTORIA. Luego en sus discursos lo reafirma sin ambages: LA PAZ ES A LAS BUENAS O A LAS MALAS. La única paz a la que se llega a las malas es la PAZ DE LOS VENCIDOS. Y así es muy difícil construir paz, pues la paz parte del reconocimiento del otro, de que es posible construir un camino distinto, donde la diversidad sea reconocida, donde se pueda construir un futuro con base en consensos.

Las guerrillas no son algo que se inventaron cuatro locos, no. Son caminos que la misma sociedad creo ante la imposibilidad de construir cambios por la vía política, nadie puede aguantar más de cincuenta años luchando con las armas por gusto, pues sin el apoyo popular sería imposible sobrevivir. No es la guerrilla la que se adapta a las realidades del conflicto, sino la sociedad la que se adapta a seguir ayudando a esas guerrillas, no es un problema de modalidades operativas, tiene que ver con las esperanzas y posibilidades de existencia de los pueblos y esto los gobiernos no lo podrán entender nunca.

El ELN desde hace décadas está convencido que debemos buscar una salida política, y trabajamos por ella. La paz implica superar las causas que originaron el conflicto y que tiene que ver con la injusticia social imperante, con la exclusión política, la ausencia de democracia, el uso de la violencia y el terrorismo de Estado contra los desposeídos. El camino que haga viable la superación de las causas y los ciclos que mantienen el conflicto, es lo que llamamos solución política, se necesita conciencia, inteligencia, paciencia, tolerancia, tiempo, fuerzas y sobre todo verdadera voluntad. No es sólo un acuerdo en un papel. Los recursos los tiene la nación, los gobiernos creen que el presupuesto sale de sus bolsillos. Todas las riquezas las producen nuestros trabajadores, obreros, campesinos, profesionales, técnicos, intelectuales, artistas, que las disfrutan los ricos como ganancias ocasionales, por las que ni impuestos pagan.



Pr.- 15. En un reciente comunicado, el ELN insiste en "la congruencia total entre medios y fines": "el ELN concibe la paz popular como el camino hacia un nuevo paradigma político, social, cultural y ecológico. Como tal, debe haber congruencia total entre medios y fines porque el camino y la forma de recorrerlo son tan importantes como el destino mismo". Este es sin duda un principio coherente con sus raíces camilistas y cristianas, inseparables del nacimiento mismo del ELN, y quizás hoy más importante que nunca. ¿Cómo se piensa desde el ELN la relación entre ética, democracia y socialismo?

R. Jamás puede separarse la meta del camino, ellos siempre están juntos. Esto quiere decir que no bastan las "buenas intenciones", el futuro no lo puedes separar de lo que hoy haces y de cómo lo haces.

Hoy se habla de la ECOLOGÍA DE LA ACCIÓN, en el sentido que toda acción que realiza el ser humano produce efectos inesperados, y por tanto hay que educar en la responsabilidad que debe tenerse con todo lo que hacemos, donde no sólo bastan las "buenas intenciones", sino el saber actuar con la ética de la vida, en correspondencia con la naturaleza, el planeta y el cosmos.

El ELN reivindica los principios del Cristianismo originario que revalorizó Camilo y lo vinculó a una práctica de hermandad con todos los seres humanos en un pensamiento y práctica ecuménica, de respeto y reconocimiento por todas las religiones y creencias de sociedades, donde la creencia individual está inmersa dentro de la vivencia en comunidad, ya que toda religión necesita un ámbito social. En este sentido la ética va más allá de la religión y del derecho, ella vela por el presente, pero quiere alumbrar el futuro.

Los entendidos dicen que el centro de la ética es la libertad del ser humano, como presente y como futuro; otros la relacionan con la felicidad, pero no hay felicidad más grande que la existencia en libertad. Ahora, la construcción de un camino de libertad, como camino colectivo es asunto de la verdadera política, que tiene que ver con la voluntad que se va creando junto con otros para hacer posible ese proyecto de sociedades libres, equitativas, justas y felices, que de otra manera se llama socialismo. La economía, los recursos, la forma como se produce, etc., deben estar en función de garantizar esta suma de felicidad para todos.

La democracia es la forma como se construye ese camino colectivo, que es la suma de las experiencias y voluntades colectivas, y no hay otra forma que no sea la participación de todos, sin exclusiones. Que hay reglas de juego y demás normas, pero que la historia las irá superando, para reivindar en últimas la democracia participativa directa. Lo demás es una falacia.



Pr.- 16. Para el éxito de las negociaciones será determinante el apoyo internacional, tanto desde abajo como desde arriba. Hace unos días, el propio papa Francisco I declaraba al presidente Santos su apoyo a las conversaciones de La Habana. ¿Qué pedirían ustedes a los gobiernos, las organizaciones, los líderes de todo el mundo? ¿Cree que hay alguna posibilidad de que los EEUU retiren a las FARC y al ELN de la lista de "organizaciones terroristas" para facilitar el proceso?

R. De darse un proceso de diálogos, sin duda hay que buscar acompañamiento y respaldado de la comunidad internacional ya que brindaría mayores garantías. En el caso del ELN trabajamos porque se de en el marco del respeto a nuestra soberanía, como organización y como país. Agradecemos los esfuerzos que varios países vienen haciendo por ayudar a una salida política al conflicto. 

Estados Unidos carece de ética a la hora de pretender convertirse en el juez mundial para calificar la actuación de gobiernos y organizaciones no afines a sus intereses, puesto que los gobiernos gringos se han erigido como los grandes promotores del terrorismo internacional, basta hacer un recorrido por la história en las últimas cinco décadas y más recientemente por lo que está sucediendo en Oriente Medio y sus acciones desestabilizadoras en Latinoamérica.

Si bien, el gobierno estadounidense no posee autoridad moral para señalar o no de terroristas a gobiernos u organizaciones que no obedecen a sus reglas, el poder de imperio que aún tiene en el mundo, obliga a estados e instituciones internacionales a obedecer sus mandatos.  

Solicitarle a los Estados Unidos que retire de la lista de terroristas a la insurgencia colombiana, es como si el sacerdote le solicitara al diablo que lo confesara, o pedirle al diablo que celebre misa.





Pr.- 17. ¿Qué papel pueden cumplir Cuba y Venezuela, así como los nuevos organismos multiestatales nacidos en el continente y no supeditados a la agenda de EEUU, como la CELAC, UNASUR o el ALBA? ¿Y qué significaría para el proceso de paz la derrota de la revolución bolivariana en Venezuela? Y, al revés, ¿cómo repercutiría en Venezuela una Colombia en paz, con garantías de participación política, soberana y dotada de un mínimo de justicia social?

R. Cuba y Venezuela han sido dos de los países comprometidos con la paz de Colombia, con mucho interés se han dispuesto a contribuir en varios momentos donde se ha buscado la paz. Tanto el gobierno de la Habana como el de Caracas al frente del comandante Chávez decididamente han realizado importantes gestiones en dicho propósito y en la actualidad los seguimos viendo con el mismo talante.

Los organismos multilaterales constituidos en los últimos años en América Latina, si bien no han jugado un papel preponderante, se han pronunciado en múltiples ocasiones a favor de la superación del conflicto en Colombia. El ELN confía que dichos organismos jugarán un papel en la medida que los procesos sean reales, pues al gobierno colombiano le falta compromiso.

Chávez hizo suya la bandera de la paz de Colombia como ningún otro mandatario lo ha hecho, esta dedicación no fue valorada por el gobierno de Colombia en su momento, y trató de utilizarlo con fines perversos. Sin embargo, su condición de bolivariano, de demócrata y su amor por el pueblo colombiano pudo más, convirtiéndose en el abanderado  auténticamente sincero de la paz, delegando al actual Presidente Nicolás Maduro la continuidad de ese propósito. La derecha de Venzuela sueña con regresar al poder, no importa a que costos, no le interesa tampoco la paz de Colombia, sino aliados para su plan oligárquico, si para eso requieren desestabilizar Venezuela y toda la región lo van a hacer.

Una Colombia en paz que implicaría la democratización de Colombia, impactaría positivamente toda la región, habría más estabilidad para todos, un fortalecimiento de relaciones fundadas en el respeto, la cooperación y ayuda mutua. El camino de la unidad de los pueblos y naciones con el objetivo de construir bienestar y bienvivir para las mayorías es lo único que podrá salvar a la especie humana.



Pr.- 18. ¿Y qué pasa con Europa? Parece que dos o tres países europeos, aparte de Noruega, se interesan por el proceso de diálogo de La Habana. En años anteriores, varios países de la UE se involucraron en conversaciones, ¿por qué no lo hacen ahora? ¿En qué medida las negociaciones se llevan a cabo sólo porque los EEUU aceptaron la iniciativa? Si es así, ¿por qué EEUU se preocupa ahora por la paz en Colombia cuando es la que más ha alimentado la guerra y proporcionado más armas?

R. La política guerrerista del gobierno de los Estados Unidos intensificada a partir de lo acontecido el once de septiembre de 2001 produjo un incremento significativo de acciones contra las luchas de resistencia de los pueblos a nivel mundial.

La denominada "guerra contra el terrorismo" termina comprometiendo a los europeos en la cruzada contra-revolucionaria emprendida por los norteamericanos. El grueso de los países europeos son funcionales a la estrategia de guerra imperial, así lo evidencian Francia, Inglaterra y España, para mencionar unos pocos. Plenamente demostrado con sus acciones intervencionistas en Libia y Siria, todos cubiertos con la máscara de la OTAN.  

De otro lado, hoy Europa vive su propio calvario, una crisis social, económica y política profunda, que requiere mirarse a sí misma y quizá aprender de la nueva política que se abre camino en América Latina. No obstante, hay que destacar el papel que algunos países donde la paz es esencial en su política internacional, y que de una u otra manera han hecho esfuerzos por la paz de Colombia, validan la solución política en Colombia y han manifestado su interés por contribuir al logro de dicho propósito.

Para la Casa Blanca la paz de Colombia significa la derrota de la insurgencia o su desmovilización, para que sus negocios puedan ser más rentables. Esa es la imagen que el gobierno de Santos le ha vendido, a lo mejor creen que ese momento ha llegado.

Estados Unidos lo que siempre ha hecho es alimentar el conflicto, pues su política de apoyo a los regímenes militaristas, es simplemente la transferencia de dineros públicos a las empresas norteamericanas fabricantes de armas, pues los dineros que entregan a los gobiernos deben ser gastados en compras a dichas empresas gringas, es su política de oxigenar su economía, es su vieja doctrina de reactivar la economía por la vía de financiar las guerras.  

Esta injerencia en Colombia, con la financiación de la guerra y los apoyos de diferente tipo han postergado y dificultado una salida política al conflicto, han prolongado la confrontación. Su objetivo ha sido buscar el aniquilamiento de la guerrilla, la derrota de todo brote de oposición.

Bajo el supuesto de claudicación de la guerrilla, pretenden involucrar a las Fuerzas Armadas del gobierno colombiano en conflictos internacionales, es la pretensión de fungir como potencia militar regional y mundial. Vanidad de tontos sería el creerse gendarme, en los tiempos que el mundo pide paz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Homenajes (Agencia cubana de noticias). CUBA-PIONEROS DE LAS TUNAS RINDEN TRIBUTO A CAMILO Y CHE

Fecha: 08/10/12 Propietario: Antonio Hernández Mena 17 elementos 201201008YPP_01 Acto de ingreso a la Organización de Pioneros José Martí en la escuela primaria República de Chile, en la oriental provincias de Las Tunas, Cuba, el 8 de octubre de 2012. AIN FOTO/ Yaciel PEÑA DE LA PEÑA/Thm Fecha: 08/08/12 Nuevo 201201008YPP_02 Madres e hijo en el Acto de ingreso a la Organización de Pioneros José Martí en la escuela primaria República de Chile, en la oriental provincias de Las Tunas, Cuba, el 8 de octubre de 2012. AIN FOTO/ Yaciel PEÑA DE LA PEÑA/Thm Fecha: 08/08/12 Nuevo 201201008YPP_03 Acto de ingreso a la Organización de Pioneros José Martí en la escuela primaria República de Chile, en la oriental provincias de Las Tunas, Cuba, el 8 de octubre de 2012. AIN FOTO/ Yaciel PEÑA DE LA PEÑA/Thm Fecha: 08/08/12 Nuevo 201201008YPP_04 Niño en el Acto de ingreso a la Organización de Pioneros José Martí en la escuela primaria República

Uribe le pidió a Carlos Castaño que entrenara criminales para Las Convivir

Noticia Tomado de PCC Por: Camilo Raigozo.- Notimundo  Sábado, 17 Noviembre 2012 03:14 El exparamilitar Manuel Arturo Salón, alias “JL” confesó ante Justica y Paz que Álvaro Uribe Vélez, cuando era gobernador de Antioquia le pidió a Carlos Castaño que entrenara criminales para las Convivir. Salón dijo que, "Recibí orden de ‘doble cero’ comandante militar que por intermedio de Carlos Castaño el señor gobernador hoy en día fue presidente de la República el señor Álvaro Uribe había ordenado que se instruyera gente buena para las convivir a nivel nacional, fue así que se entrenó gente y se llevó gente para muchas unidades del país". El excabecilla Carlos Castaño encargó a 'JL', de  abrir escuelas de sicarios en todo el país y fue así como este fundó cerca de 10 escuelas de criminales. Del mismo modo aseveró que la banda La Terraza de Medellín fue la encargada de secuestrar a la exsenadora Piedad Córdoba. En la corta intervención el exparamilitar en

Amenazada la existencia del Movimiento Ríos Vivos Antioquia

Comunicado Tomado de Prensa Rural  Por Ríos Vivos Un semestre de amenazas y agresiones para los líderes del Movimiento ambientalista y defensor de derechos humanos opositor a las hidroeléctricas y la megaminería en Antioquia. En riesgo su vida, integridad física y emocional. Mientras la Unidad Nacional de Protección y el Ministerio del Interior no han logrado realizar el plan de prevención y protección establecido para el Movimiento después del asesinato del líder Nelson Giraldo en el año 2013, las amenazas aumentan para integrantes y líderes del occidente y del norte de Antioquia opositores a la construcción de las represas Hidroituango y Espíritu Santo. Las medidas de protección establecidas para los 12 líderes de Antioquia, que tienen riesgo extraordinario, en su mayoría no han sido implementadas. La no comprensión del enfoque diferencial y del contexto rural, la ausencia de respuestas claras, la tramitología, las violaciones al derecho a la información, la falt