Análisis
Por Athemay Sterling Acosta
Santos dijo que el ejército lo utilizaría para masacres, cuando el pasado paro campesino y cafetero.
Parece que su amenaza debe alertar al continente, al mundo y a los demócratas junto a quienes luchamos por los Derechos y la Paz con Justicia Social.
Le digo a Santos que al movimiento popular no nos asusta. Nos elevamos en nuestra conciencia de patriotas para derrotarlo por guerrerista y violento, determinador de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, de agresión y acciones genocidas para beneficiar a sus amos que lo han adiestrado a través de la CIA, la Escuela de las Américas, el Pentágono, el Departamento de Estado de los EEUU, ICE, etc. que están en nuestro territorio amenazando nuestra soberanía nacional que el ejército nunca defiende, pues su papel es estar humillados a sus profesores. Los he visto, a estos yankees uniformados de militares en Cali en el Hotel Intercontinental, en Tumaco trotando con militares abyectos de Colombia, en el Putumayo, Caquetá, en todo el País, y uno de esos de la CIA me lo confirmó amenazante cuando me detuvieron vulnerando todo el Derecho, que ellos dominaban a Colombia, que en todos los vuelos aéreos Colombia EEUU Colombia, ellos andaban en pesca milagrosa de dirigentes populares, comunistas y terroristas, que frecuentaban Chipichape y todos los Centros Comerciales de Colombia entera como policías yankees en su "oeste" sudamericano.
Y el Gobierno Colombiano como buen súbdito venia les hace.
Santos y Uribe con todo el Régimen Político colombiano deben responder no a esta "justicia" cómplice, con algunas honrosas excepciones, sino a la sociedad, a la historia, a la humanidad y a la justicia popular.
Yo a Santos y a todos estos regímenes sanguinarios nunca les creo sus excusas por toda la crueldad cometida por sus ejércitos legales y paramilitares, por los montajes judiciales a patriotas y oposición política, que por su opinión, sus conciencias humanistas se encuentran hoy hacinados en cárceles hechas y financiadas por sus maestros yankees que sufren los casi diez mil presas y presos políticos y de conciencia junto a sus familias, amigos y la sociedad entera.
No nos comemos el cuento que en Colombia hay Democracia, pues un Estado que se precie como tal, no debe tener el mayor número en el mundo de presos y presas políticas como Colombia.
Ejemplo hay muchos. Quiero referirme a Joaquín Pérez Becerra que su montaje de Estado fue fraguado cuando AUV era quien infortunadamente presidía a este bello País liberado por Simón Bolívar y su pueblo mestizo, indio y negro; montaje cuando allá en la Embajada Colombiana en Estocolmo los alumnos de la seguridad democrática uribista copia de la seguridad nacional de los EEUU, urdían con un Antolinez, testigo falso, como falsos son quienes han "testimoniado" contra la oposición política colombiana que han querido exterminar según los manuales yankees, y cometieron vg el Genocidio Político contra nuestra inolvidable Unión Patriótica, que AUV y Santos urdieron con el corrupto CNE quitarnos la personería jurídica, y Joaquín Pérez Becerra mi amigo y camarada fue dos veces Concejal por la UP en Corinto con el apoyo del Constituyente Primario en nombre de la UP, y eso Santos le está cobrando a Joaquín Pérez Becerra, para quien exijo su libertad inmediata, pues nada del montaje contra él es cierto, pues lo conocí, como el suscrito, militante de nuestro Partido Comunista Colombiano y de la Unión Patriótica de la cual fui en su Nombre Candidato a Corporaciones Públicas.
La UP, las masacres sufridas por todas y todos en Colombia son de origen yankee de la seguridad nacional de la espuela de las Américas que adiestró y educó a todos estos criminales, incluidos a los de la Mosad, hija de la CIA, como cuando Yair Klein estuvo adiestrando en acciones paramilitares a ellos mismos y a militares de varias brigadas colombianas.
Hasta el suscrito en varias de mis detenciones arbitrarias, recuerdo cuando uno de esos alumnos Ramón Gil, quien cuando me torturaban en las caballerizas de la remonta del batallón pichincha de Cali, llegó ese militar fascista a ser Comandante de las FFMM y hasta Ministro de Defensa, cargos con el de Coronel y jefe del fatídico B2 del ejército cumplía a cabalidad los postulados de la escuela de la Américas cuando remataba las torturas de las cuales fui víctima en Enero y Febrero de 1979 cuando estaba otro fascista en la presidencia de Colombia, Julio César Turbay Ayala.
El deber de toda colombiana y colombiano es además de denunciar a estos criminales de lesa humanidad, que no tienen perdón ni olvido, es reconstruir este País con un Estado de Nuevo Tipo que reconcilie a Colombia, donde la base sea la Paz con Justicia Social, es decir, que la población podamos ejercer nuestros Derechos Universales e irrenunciables a plenitud y estos fascistas que no tienen perdón ni olvido sean juzgados y condenados, pues ya lo están por la historia.
Athemay Sterling Acosta
Comentarios
Publicar un comentario
Este es un espacio para la sana exposición de las ideas. La paz se hace con un diálogo fundamentado en la descencia y el respeto. Por favor omitir groserias y vulgaridades.