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Tomada de ANNCOL
Por Horacio Duque Giraldo
Jorge Noguera, el del DAS, socio de Jorge 40, paga una larga condena en La Picota. Ya organizó su propia secta religiosa y atiende cultivos orgánicos para descontar los 30 años de cárcel ordenados por el juez.
Bernardo Moreno, el cuasi “caballero” cuyabro, operador, junto con María del Pilar Hurtado, de las chuzadas telefónicas a magistrados, periodistas, sindicalistas y opositores políticos, sigue recluido en su celda de oro de la policía, a la espera de la condena bien merecida por su conducta delincuencial o de un golpe de sorpresa de su defensor, el taimado bonzo Jaime Granados, experto en la argucia procesal para alcanzar vencimientos de términos que dejen en la impunidad sus malas andanzas criminales, de las que también fui víctima por un montaje judicial orquestado desde la Secretaria General de la Presidencia de la República, en complicidad con capos cafeteros del narcotráfico que viven un prolongado reposo en fincas de Alcalá y Cartago, en el Norte del Valle. Tendremos tiempo para contar detalles de esta infamia.
A Andrés Felipe, el de Agroingreso seguro, príncipe del Poblado, la vida se le enreda todos los días en cuanto la investigación penal encuentra más y más ramificaciones de su despojo de los dineros públicos para los campesinos. Como van el camino seguirá muchos años en la prisión de Usaquen, y tal vez lo mejor para él es que organice otra secta religiosa donde se refugie para evadir sus deudas morales/penales con la sociedad, contraídas desde tan corta edad solo porque su condición intrínseca es la de un solemne pícaro de Medellín. La última noticia de los líos penales del ochenio está referida al encarte judicial de Andrés Uriel Gallego, la otra estrella fulgurante del uribismo, oriundo de la Ceja en el Oriente de Antioquia. El buen muchacho de la cultural del fréjol. El Tribunal de Bogota, ha ordenado “compulsar copias” de un proceso penal, a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría, en el que se le investiga por la adjudicación fraudulenta de una contrato por un billón de pesos al Cartel de los Nule, para las obras de una doble calzada entre Bogotá y Girardot, que nunca se va a terminar porque la estafa salta metro a metro en esta ruta central de la infraestructura vial colombiana.
Conociendo la felonía de los Nule en la construcción del Transmilenio de Bogota, que los tiene en la cárcel, se puede inferir el tamaño del negociado que debió ocurrir con el ex Ministro de Obras Públicas A.U. Gallego, quien hoy dispone de lujosas casas y fincas en San Antonio de Pereira, antes de llegar a Río Negro. Faltan las investigaciones por la adjudicación del multimillonario contrato de la Ruta del Sol, que el funcionario uribista pacto ilegalmente con los Solarte.
Es el cuadro de los encartes penales del círculo de AUV. Hay que sumar la acusación documentada que el Representante Iván Cepeda, radico hace dos días en la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, en Roma, contra Uribe Vélez.
Es la novela de Los buenos muchachos de AUV.
Tomada de ANNCOL
Por Horacio Duque Giraldo
Ya son varios los “buenos muchachos” de la bestia negra del Uberrimo, capturados por el sistema penal colombiano a raíz de sus delitos contra la sociedad y el Estado.
Jorge Noguera, el del DAS, socio de Jorge 40, paga una larga condena en La Picota. Ya organizó su propia secta religiosa y atiende cultivos orgánicos para descontar los 30 años de cárcel ordenados por el juez.
Bernardo Moreno, el cuasi “caballero” cuyabro, operador, junto con María del Pilar Hurtado, de las chuzadas telefónicas a magistrados, periodistas, sindicalistas y opositores políticos, sigue recluido en su celda de oro de la policía, a la espera de la condena bien merecida por su conducta delincuencial o de un golpe de sorpresa de su defensor, el taimado bonzo Jaime Granados, experto en la argucia procesal para alcanzar vencimientos de términos que dejen en la impunidad sus malas andanzas criminales, de las que también fui víctima por un montaje judicial orquestado desde la Secretaria General de la Presidencia de la República, en complicidad con capos cafeteros del narcotráfico que viven un prolongado reposo en fincas de Alcalá y Cartago, en el Norte del Valle. Tendremos tiempo para contar detalles de esta infamia.
A Andrés Felipe, el de Agroingreso seguro, príncipe del Poblado, la vida se le enreda todos los días en cuanto la investigación penal encuentra más y más ramificaciones de su despojo de los dineros públicos para los campesinos. Como van el camino seguirá muchos años en la prisión de Usaquen, y tal vez lo mejor para él es que organice otra secta religiosa donde se refugie para evadir sus deudas morales/penales con la sociedad, contraídas desde tan corta edad solo porque su condición intrínseca es la de un solemne pícaro de Medellín. La última noticia de los líos penales del ochenio está referida al encarte judicial de Andrés Uriel Gallego, la otra estrella fulgurante del uribismo, oriundo de la Ceja en el Oriente de Antioquia. El buen muchacho de la cultural del fréjol. El Tribunal de Bogota, ha ordenado “compulsar copias” de un proceso penal, a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría, en el que se le investiga por la adjudicación fraudulenta de una contrato por un billón de pesos al Cartel de los Nule, para las obras de una doble calzada entre Bogotá y Girardot, que nunca se va a terminar porque la estafa salta metro a metro en esta ruta central de la infraestructura vial colombiana.
Conociendo la felonía de los Nule en la construcción del Transmilenio de Bogota, que los tiene en la cárcel, se puede inferir el tamaño del negociado que debió ocurrir con el ex Ministro de Obras Públicas A.U. Gallego, quien hoy dispone de lujosas casas y fincas en San Antonio de Pereira, antes de llegar a Río Negro. Faltan las investigaciones por la adjudicación del multimillonario contrato de la Ruta del Sol, que el funcionario uribista pacto ilegalmente con los Solarte.
Es el cuadro de los encartes penales del círculo de AUV. Hay que sumar la acusación documentada que el Representante Iván Cepeda, radico hace dos días en la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, en Roma, contra Uribe Vélez.
Es la novela de Los buenos muchachos de AUV.
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