Comunicado
Tomado de PCC
Por: Gloria Inés Ramírez Ríos
Martes, 20 Noviembre 2012 04:34
Senadora de la República elegida por el PDA
A partir del día de hoy, se inició en La Habana la segunda y decisiva etapa de conversaciones entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, con el objetivo de lograr un acuerdo que posibilite una “paz estable y duradera”.
En lo inmediato, se discutirá el tema del Desarrollo Agrario Integral, y después vendrán el del fin del Conflicto, el de la participación política, el de la solución al problema de las drogas ilícitas y el de las víctimas, en el orden que sea acordado por las partes.
Aún cuando todos estos temas tienen relación directa con la política de gobierno, llama la atención que tanto el Presidente de la República como el jefe de la comisión gubernamental, Humberto de la Calle Lombana, repiten con insistencia que no se van a negociar ni el modelo de desarrollo ni las políticas del gobierno, lo que plantea serios interrogantes acerca de cuál es la verdadera disposición del gobierno de comprometerse en acuerdos que vayan más allá de la desmovilización y desarme de los guerrilleros y que se ocupen de las causas que originaron el conflicto y que lo han mantenido vivo durante tantos años.
El vocero gubernamental afirma, igualmente, que “No habrá concesiones de carácter militar, ni cese del fuego, ni zonas desmilitarizadas”, que no es el momento de discursos y que lo que debe haber es “acuerdos concretos y realistas” en el menor tiempo posible. En otras palabras, que las conversaciones deben supeditarse a los afanes reeleccionistas del Presidente Santos.
Esta posición contrasta con el anuncia de las FARC, que saludamos, en el sentido de que “acogiendo el inmenso clamor de paz de los más diversos sectores del pueblo colombiano, ordena a las unidades guerrilleras en toda la geografía nacional el cese de toda clase de operaciones militares ofensivas contra la Fuerza Pública y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública y privada”, con el fin de “generar una medio ambiente político propicio para el avance de las conversaciones, en aras de alcanzar el compromiso de acordar un verdadero tratado de paz que ponga fin al conflicto social y armado”.
Esperamos una actitud consecuente del gobierno para que el cese de operaciones decretado por las FARC no vaya a ser saboteado por los enemigos de la paz.
En cuanto a la participación de la sociedad civil, apenas se anuncia que habrá una página web y que posteriormente se darán a conocer otros mecanismos, pero es evidente que el tema no despierta mayor interés en el gobierno, que lo que pretende es eludir la discusión de los principales problemas del país.
Si a ello se les suman los persistentes ataques de la ultraderecha, que rechaza cualquier negociación y que sólo tiene como alternativa el aniquilamiento militar de la insurgencia o su rendición, todo hace prever que el proceso estará expuesto a múltiples riesgos y dificultades, y que es urgente acompañarlo de un sólido respaldo popular y de la movilización caudalosa de las masas para conducirlo a un final satisfactorio.
Por eso, al tiempo que saludamos el inicio de la discusión de la agenda invitamos a las partes a asumir una actitud constructiva y llamamos a todos los sectores amantes de la paz a comprometerse en la defensa del diálogo y a trabajar para que sus conclusiones respondan a los anhelos de paz con democracia, justicia social y soberanía nacional, de la mayoría del pueblo colombiano.
Bogotá, D.C., 19 de noviembre de 2012
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